Manteniendo la suavidad y el movimiento en el fuero interno se logra el poder hacedor en lo externo.
Tiempo de creatividad y expansión que requiere de la flexibilidad y fluidez interna del elemento madera, de toda la capacidad de penetración y comunicación.
Mantenerse internamente como una suave brisa y no un ventarrón agitado e impredecible. Disolver los temores e impedimentos como el viento barre las nubes dejando despejado el claro cielo de la conciencia.
Persistencia y un suave movimiento sutil del espíritu.
Toda esta disposición se verá reflejada en una externa manifestación de poder personal y de creación de cosas nuevas, lazos nuevos, proyectos nuevos.
Poco a poco uno se va abriendo a las posibilidades y volviéndose interiormente receptivo a todo lo que ofrece esta nueva situación.
Lo que uno sembró afuera comienza a dar frutos en el campo abierto y fértil del propio espíritu.
A más quietud interna, más poder creativo en lo externo que se manifiesta como una suave penetración de tu energía y tus acciones en el mundo.
El tiempo es de un gran poder. La disposición interna ha de tender a ser suave, flexible, penetrante, y cada vez más receptiva y abierta para encontrarse a gusto entre los asuntos mundo.
.
.
Susurros del I Ching, Cielo sobre Viento mutando a Cielo sobre Tierra.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario