viernes, 8 de diciembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 52, Ken, La Montaña, El Aquietamiento, Reposo, No querer avanzar, Resistir.

 En el núcleo del más perfecto aquietamiento encontrarás la liberación definitiva de las agitaciones del corazón.


Las cosas no pueden sacudirse indefinidamente. Detenerse es propicio.


La montaña está quieta, sumida en el silencio y toda la existencia acude a ella como símbolo y arquetipo de la ascensión.


No son necesarias complejas y rígidas técnicas de meditación. Nunca es bueno forzar nada.


Simplemente sentarse y relajar la espalda, aflojar la tensión, buscar la comodidad natural y cultivar la espontaneidad.


El aquietamiento interior es gradual y progresivo, no puede imponerse. Es un buen propósito suficiente para toda una vida. Se conquista como se llega a la cima de una alta montaña.


El premio es una líquida serenidad del corazón que se habita a diario como un estado natural, tanto en la quietud como en el movimiento. En la energía que emana una conciencia en reposo y sin agitación.


En la vida ya no ves individuos conocidos, sino más bien fractales de una nueva perspectiva de las cosas cotidianas bañadas en el infinito océano de la unidad.

Quien está aquietado no va en sus pensamientos más allá del instante y así se disipa el yo con sus locas inquietudes.


Parar cuando hay que parar,

Avanzar cuando hay que avanzar.

Eso es un verdadero aquietamiento,

Un armónico fluir con el signo del tiempo presente.


Parar, es bueno. 

Aquietarse trae ventura.

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 Susurros del I Ching, hex. 52, Ken, La Montaña, El Aquietamiento, Reposo, No querer avanzar, Resistir.

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