El tiempo del Progreso se describe en las
líneas del hexagrama 35.
El progreso, en todos los órdenes, tiene un
desarrollo. En cuanto al Sendero Interior, se podría describir de esta manera:
Linea 1 : “Progresando pero rechazado. La
perseverancia trae ventura. Al no encontrar confianza, conserve uno la calma.
Ninguna falta.”
Los primeros pasos en la práctica del
Camino traen rechazo y desconfianza en el círculo mas íntimo y cercano. Uno
pareciera que “ha cambiado”, y esto genera ruido. También aparece la falta de
confianza en uno mismo, y en el camino elegido. Sin embargo, este es el momento
de conservar la calma, no dudar si uno ha descubierto que el progreso y
crecimiento interior le hacen bien. El avance será seguro.
Linea 2: “Progresando pero con tristeza. La
perseverancia trae ventura. Luego obtendrá uno gran felicidad de su
antepasada.”
Aquí los seres cercanos empiezan a
vislumbrar que algo bueno surge de este Camino emprendido. Notan cambios, y la
actitud de algunas personas pasa de la desconfianza a la aceptación, incluso
se contagia cierta curiosidad. Uno se entristece porque muchos de los propios
valores, educación, costumbres, empiezan a ser cuestionados hondamente y a ser
soltados o modificados por uno mismo.”
Linea 3: “Todos están de acuerdo. Se
desvanece el arrepentimiento”.
Aquí ya todos han aceptado el Camino
tomado. Si bien muchos no lo comparten, empiezan a ceder en su rechazo. Si
había dudas propias, se desvanecen.
Linea 4: “Progreso como el del hámster
acaparador. La perseverancia acarrea peligro.”
Uno ya se siente firme en el Camino, pero
el ego no ha sido dominado, incluso, se acrecienta con la trampa espiritual del
ego que se cree liberado, y entonces uno busca acaparar la atención, predicar,
convencer, brillar y mostrar lo bueno y profundo que es y cosechar admiración.
Perseverar en esta actitud es peligroso, ya que si uno no da la batalla contra
esto, caerá indefectiblemente.
Línea 5: “Se desvanece el arrepentimiento,
no tomes a pecho ganancia ni pérdida. Las empresas traen ventura. Todo es
propicio.”
En esta etapa uno ya ha reflexionado, y con
arduo trabajo empieza a aplacar el ego y la práctica del Camino se
profundiza. Entonces comienza el
desapego de muchas cosas, de los aplausos o los insultos, de las preferencias y
aversiones, y surge una nueva objetividad. En este estado de serenidad y paz,
lo que uno emprende suele ser autentico, natural, fluido, y llega a buen
puerto.
Línea 6: “Progresar con los cuernos es
licito únicamente para castigar la propia comarca. Tener conciencia del peligro
trae ventura. No hay tacha. La perseverancia trae humillación.”
Aquí se ha llegado al momento del Camino en
el que definitivamente debe aplicarse con rigor y dejar las excusas y
flojedades, defectos y vicios, para lograr un franco y definitivo progreso en
el Sendero. A sí mismo, a la propia comarca, no andar con el dedo señalando a
los demás. Así todo, un rigor excesivo consigo mismo también puede traer
frustración y cansancio. Un equilibrio entre disciplina y flexibilidad,
exigencia con uno mismo y liberalidad con los demás, es signo de un franco
adelanto en el tiempo del Progreso.
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