lunes, 11 de febrero de 2019

Obviedades




Lo obvio, de tan obvio se vuelve críptico, difícil de vislumbrar.

Pasa inadvertido el gobierno de la naturaleza sobre todas las cosas. Anda frente a nuestros ojos, envuelto en el halo aparente de lo insípido, lo vulgar, lo sin valor ni importancia.

En el germen insignificante de las cosas y los fenómenos viven las claves y el secreto del Camino.

"Quien ve lo pequeño tiene clara Visión". (T.T.Ch. cap. 52.)

Así es que nadie quiere ocuparse de lo ínfimo, de lo pequeño, de lo vulgar y oscuro. La gente ansía pertenecer a lo que brilla, dedicarse a lo estruendoso, ser artífice de lo exótico extravagante, ser parte de lo que tiene renombre.

Así, sólo el sabio, de apariencia pobre y estúpida conoce que dedicando su tiempo y aplicando su Newén a la semilla que duerme bajo la tierra, al brotecito verde, obtendrá un día fruto del árbol.

Que dando valor y cuidado a la preparación de cada adobe construye su buena casa,
Que el secreto de la salud y la longevidad se encuentra en el presente.

De pocas palabras están hechos los profundos mensajes,
De buena leña el fuego que amanece encendido,
De silencios la música del alma,
Y de espacio vacío el movimiento.

De pequeños actos de dignidad y autonomía está forjada su plena libertad.

Él conoce todo esto, parece poco pero hacia adentro crece.

Jbv

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