Nada jamás se completa,
Ese es un gran secreto…
Cuando creías ya en el viejo zorro sabio,
El hielo del río congelado se rompe y aquél se moja la cola y queda cubierto de vergüenza y humillación.
Cuando algo aparenta consumarse, lo que se ha agotado es el yang, el aspecto masculino de la cuestión.
La disposición del yin, del aspecto femenino es permanente y abierto a todo cambio.
Por eso el cultivo del yin es la más alta tarea, y si poseyera un gramo de sabiduría dedicaría cada una de mis horas a ese menester.
Cultivar el yin es aventurarse a un vacío que no tiene fin ni es posible colmar.
Quien se sostiene en el yang y adquiere una autoimagen de realización, de algo consumado, tendrá desventura y arrepentimiento.
La suavidad de la seda,
La flexibilidad del bambú.
Nada termina nunca.
Todo conserva siempre una vuelta más.
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Susurros del I Ching, hex. 64 Wei Chi, Antes de la Consumación, Todavía no está completo.
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