En mi irresponsable atrevimiento he pisado una vez más la cola del tigre y éste aún graciosamente no me ha mordido.
Lanzarse al poder con toda nuestra insignificancia y los miedos a cuestas y poner el pie una vez más en los caminos.
Todo renace bajo la mano invisible del que es anterior a todas las cosas: la fuerza, la confianza, el entusiasmo, el amor.
Tomar el riesgo y la desmesura como quien bebe un vino agreste y vallisto.
Ríete del poderoso y seductor peligro, podría ser que lance una carcajada junto a vos en una mágica noche de ensueño.
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