jueves, 26 de octubre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 43, Kuai, El desbordamiento, la Resolución, Irrumpir, Decidir, Decretar.

 Antes de realizar la ofrenda sagrada, me arreglaré con mi hermano.

Antes de planificar minuciosamente cómo cambiar el mundo, modificaré drásticamente las cosas en mi interior.

Antes de participar de rituales exóticos intentaré pescar el meollo del asunto.


Lo fuerte avanza decididamente contra lo débil. La sustancia contra lo insustancial.


Todo el Camino es una lucha por la comprensión de qué es esencial y qué accesorio, cuál el centro y cuál la periferia.


La impecabilidad energética así lo exige.


Cuando las cosas no funcionan, mirar para adentro. Toda resolución ejercida con fuerza ha de darse primero en el fuero interno para que luego se coagule en el mundo exterior.


Este modo honesto de proceder lleva en su núcleo la fuerza, el poder y la creación de algo nuevo.


El desbordamiento de lo bueno expulsa lo malo. Un enérgico progreso en el sentido del bien es el modo de derrotar la oscuridad en nosotros. Y estaremos demasiado ocupados para mirar la de los demás.


Nada que no responda a este modelo podrá prevalecer. En la vía de la naturaleza las circunstancias primero maduran y cambian de signo en sus adentros, y luego se manifiestan en el afuera con todo su poder.

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Susurros del I Ching, hex. 43, Kuai, El desbordamiento, la Resolución, Irrumpir, Decidir, Decretar.

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Susurros del I Ching, hex. 17, El Seguimiento, conformarse.

 El fuerte se pone por debajo del débil,

El maestro sirve al discípulo,

La mente se hace a un lado para seguir al corazón,

La hembra con su quietud vence al macho.

Cuando un país pequeño quiere recibir beneficios del grande debe ponerse a su servicio. El poderoso, si pretende una adhesión de corazón, debe atender sus intereses noblemente. Así ambos consiguen lo que buscan de buena manera para el bienestar de sus pueblos.


Este es el modelo del más perfecto logro de adhesión. 

Lleva en su núcleo la verdadera evolución.


La coacción no consigue corazones. La fuerza solo obtiene cuerpos y recursos materiales. Nada que siga ese camino puede prevalecer. Su fin tiene un tiempo previsto. 


Quien avanza en un sentido claro llevado por el movimiento de su interior lo hace de manera alegre y serena. Así son las personas profundas y cuyo Camino consecuente genera atracción y seguimiento.


No se agita por ser seguido en sus causas. La gente pone la vista en él y decide ir de conformidad tras sus pasos. Llega el crepúsculo, y simplemente se recoge para el recreo y el descanso.


Del mismo modo, no se dispone a seguir a nadie que no se maneje mediante estas pautas de humilde liderazgo.


Son claves de la conducta perfecta. Son claves de la gestión impecable del flujo de energía.


Abajarse atrae y eleva. Vaciar permite el llenado. Decir un honesto sí al que te critica lo hace bajar la guardia y cambiar de perspectiva. Seguir el propio Camino con corazón convoca compañeros y amigos.

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 Susurros del I Ching, hex. 17, El Seguimiento, conformarse.

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viernes, 6 de octubre de 2023

Hex 32

 Cuando el movimiento surge desde una honda suavidad interior será siempre duradero y bañado de una penetrante coherencia. Así jamás sufrirá una brusca detención o desvío.


Fija claramente tu rumbo, ¿tienes acaso claro adónde ir?


Desde tu corazón brota un viento suave dorado que sopla y moviliza todas tus acciones como una obra en perfecto orden y unidad, dirigidas por un secreto hilo conductor que otorga coherencia a todo eso que desde el punto de vista de un observador distraído parecería caos.


El camino correcto se abre desde adentro con esa penetración elocuente que impone tu sello propio a toda tu obra.


Se suave. No permitas que el movimiento de las cosas exteriores te transforme en huracán.

No se detenga tu caminar, la duración de las cosas es un principio, un final y volver a nacer. Todo lo que surgió y nació  alguna vez, existe aún transformado.


Somos la eternidad, somos el Cielo. Nuestro viento interior es una fuerza que no puede disiparse si tiene un rumbo claro.


Toda la memoria del universo esta impresa en nosotros. Todo está sujeto a las leyes perennes del movimiento y la vibración. Nuestro rumbo es firme si permitimos que Eso perenne no se detenga jamás. 


No pongas tu mente aquí. No seas ahora quieto o inquieto. Rígido o flexible, ruidoso o silencioso. No elijas esto o aquello. Si hay mente hay detención e incredulidad. 

Suspende la incredulidad. Permite que el Gran Misterio actúe en paz.

Deja a un lado la inquietud interior. Si afuera hay truenos, escucha en tu interior el silbo suave de la brisa dorada que mueve tus células, tu inspiración y exhalación, tu sístole y diástole, tu digestión. No existe nada que cese de moverse en ninguno de los vastos rincones de universo.


Eso es lo eterno. No nos detengamos jamás. La órbita inmensa de las galaxias, las estrellas, los planetas y sus lunas, los diez mil seres de la tierra, el aire y el agua, nuestra respiración, cada una de las células que conforman nuestra existencia. Todo se mueve desde el tiempo inicial con una coherencia y unidad pasmosas.


Imprime esa misma unidad a tu carácter. Quien no confiere duración y firmeza a su carácter la realidad lo cubrirá de vergüenza y humillación. Unifica tu personalidad. Permanece siempre atento dando los pasos bajo una perseverante alineación con la conciencia del Camino.

No habrá falla.


Jbv, susurros del I Ching, hex. 32.

Susurros del I Ching, hex. 27, Las comisuras de la boca, Aquello de lo que te nutres.

 “No es lo que entra por la boca lo que hace impuro al hombre, sino todo aquello que sale de su corazón a través de sus labios”.


Es importante la alimentación del cuerpo, si.

Es de sumo valor aquello con lo cual nutrís tu mente y tu espíritu. Si.


Pero existen personas que se consideran a sí mismas superiores moralmente o más conscientes (sea lo que sea eso) por comer tal o cuáles alimentos, o por abstenerse de tales o cuales alimentos.


Se creen espiritualmente elevadas por sobre los demás ya que consumen determinados estudios, lecturas o prácticas.


Y el sólo hecho de sentirse íntimamente más que otros es el síntoma cabal de la impureza que cargan en su corazón.


Palabras llenas de juicio,

Dedos señaladores,

Necesidad rabiosa de convencer a otros.


Nada externo puede quitarte la podredumbre del espíritu, esa que milita su propia egomanía, que se erige como jueza de la conciencia y luz del mundo.


Internamente un movimiento profundo, externamente la quietud, la calma y el silencio de la montaña. Y la potente seguridad de ser quien se es sin necesidad de predicar ni convencer a nadie de nada.


¿De qué nutres tu espíritu y tu cuerpo?

¿Sos nutritivo para los demás?


Lo que entra por la boca es importante,

Lo que sale de la boca es fundamental para conocer un alma, ya que de la abundancia del corazón hablan los labios.

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Susurros del I Ching, hex. 27, Las comisuras de la boca, Aquello de lo que te nutres.

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Susurros del I Ching, hex. 26, Fuerza domesticadora de lo Grande, Retener, Reservar, Imponer Dirección.

 La vida es una acumulación de energía y su correcta gestión.

No siempre es el momento indicado de liberar las fuerzas que has cultivado.


Todo lo que has aprendido, todo el trabajo interno que puedas haber desarrollado, tiene un instante perfecto de manifestación. 

Es la respuesta que el hijo del carpintero dio a su madre en aquellas bodas famosas: “mi hora no ha llegado todavía”.

Madurez, sabiduría, es saber refrenarse y reservarse hasta el instante correcto. Ni antes ni después.


No pretendas siempre mostrar tu gran virtud. A veces si, a veces no.


Cuando ese arte se domina es tiempo de no comer en casa y de cruzar las grandes aguas.

Es el tiempo del héroe que ya está listo para su misión y cumplir con su destino.


Mediante el aquietamiento y la suave contención del poder personal las fuerzas del carácter se acrecientan y renuevan a diario.


Como el caminante que de pronto llega al pie de una montaña, deberá medir muy bien sus energías y decidir la hora adecuada para la ascensión. Más le valdrá detenerse, prender un fuego, comer, beber y descansar.


Un hacer y un no hacer, según indique la orientación del momento y la cantidad y calidad de fuerza cultivada. Es el misterioso secreto del Wu Wei, aquella magia de quien sabe leer la situación global de balance y desbalance y es capaz de intervenir o apartarse según la armonía general del concierto lo requiera y no su capricho personal.


Un carácter semejante es capaz de gestionar cualquier situación y de propiciar toda acción que fomente la vida.


Quien poseyendo gran fuerza interior es capaz de aquietarse es como un imán. Como una montaña llena de poder que atrae a todos los seres a vivir en ella.


Susurros del I Ching, hex. 26, Fuerza domesticadora de lo Grande, Retener, Reservar, Imponer Dirección.

Susurros del I Ching, hex. 22.

 A veces es necesaria la gracia, ataviar, ornamentar, dar importancia a la forma. No mucho, un poco nomás, lo mínimo necesario.


Lo apasionado, lo enérgico, intrépido, directo y esencial a veces escapa a quien no es capaz aún de verlo y termina por perderse en el vacío de lo inasible.


El acto curativo muchas veces debe tomar una forma graciosa, vehículo de la esencia, para que la persona  pueda comprender. A veces no basta la sola toma de consciencia.


El juego es distractivo, de atrapar la atención. Una vez cogido el pez, olvídate de la red.


Es un fuego que proviene de las profundidades de la montaña, una claridad que aparece entre los abismos de la quietud, de la suspensión de la incredulidad y del cese del diálogo interior.


Cuando la forma agraciada se vuelve lo importante, todo se ha perdido. 

Cuando la convertimos en mero continente de lo esencial, todo se logra aunque parezca pequeño el éxito.


Cuando el sabio brujo conoce que a veces necesitamos la experiencia, cuando menos simbólica, del contenido de nuestro inconsciente, el meollo del asunto se capta y todo se hace luminoso, libre, tranquilamente, en un instante mágico de poder personal.


Susurros del I Ching, hex. 22.


jueves, 5 de octubre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 18, Ku, El trabajo en lo echado a perder, Veneno, Hechizar.

 Parece un guiso viejo en una olla en la que proliferan gusanos. Despide ya un olor nauseabundo.


¿No ves que todo está estancado, que ese Camino y esos modos no conducen a ninguna parte?


Tu Tradicional forma es un veneno para lo que busca nacer. Lo ves, pero parece un hechizo del que no podés escapar.


Ideas rancias,

Reacciones decadentes,

Miedos inculcados,

Juicios ajenos,

Prejuicios instalados,

El respeto a viejos pactos en los que no has participado.

Convicciones que son cárceles de las que hay que salir de inmediato. 

Todo está echado a perder.

Atravesar las aguas valientemente, purificarse, limpiar la olla y pasar al otro lado del río.


Animarse a cambiar, a desidentificarse del personaje fantástico, fuera de época y ya desgastado que has estado interpretando hasta ahora.


Mudar es el desenlace natural de todo fenómeno que llega a un punto culminante.

Que a cada término siga un nuevo comienzo, he ahí el Curso del Cielo.


¡Cómo sacude eso a los que nos rodean, a la vez que fortalece nuestro espíritu!

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Susurros del I Ching, hex. 18, Ku, El trabajo en lo echado a perder, Veneno, Hechizar.

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Al I Ching

 Al i ching


Tres pequeñas llaves

Para abrir la puerta

De todos tus misterios.


Tres luces y tres sombras

Te guían por el camino.


Montañas

Lagos

Fuegos

Vientos

Cielos

Aguas

Tierras

Truenos


Entreverados en el aire danzan una respuesta.


La llave en tus manos.

Múltiples pasos inciertos

Ensayan destinos.


Jbv, humilde aspirante a Chün Tzu.

miércoles, 4 de octubre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 7, "El ejército".

 Todas esas aguas subterráneas que corren en nuestras honduras son sumamente poderosas y pueden ser realmente peligrosas. No habrá falla si son conducidas y orientadas con perseverancia por una conciencia firme y clara.


La Conciencia es el gran general de las Fuerzas. Ésta debe ser quien convoque, ordene y guíe toda esa energía disponible. 


Sin conductor, ese poder puede arrasar con todo, como una montonera desatada sin su caudillo y destruir hasta la propia comarca.


¡No reprimir, eso es humillante; conducir!


Si la Conciencia está al mando, las poderosas fuerzas que contienen nuestras emociones pueden ser orientadas hacia lo que es creativo y vitalizante. No hacia el decadente final de una persona arrasada por su vergonzosa e infantil emocionalidad.


Acrecienta tu conciencia, integra y observa ordenadamente tus emociones. Son una masa de fuerza disponible que suele marchar a guerras absurdas, innecesarias, generalmente sin conducción. 


Sun Tzu, el gran general Taoísta afirmaba que la guerra es una cosa de absoluta y extrema gravedad, y que sólo puede ser iniciada en un caso de total y definitiva importancia y con un mando preclaro.


Lao Tsé aseguró que las armas son instrumentos nefastos, que sólo deben ser usadas a no poder más, por la persona idónea. 


Esa persona, y esas armas, y esa guerra, vive en nosotros también. Y hemos de nombrar general de esas tropas a nuestra propia conciencia ampliada, clara, firme, madura y disciplinada.


Sino, acaso el ejército conduzca cadáveres en el carruaje. ¡Desventura!


"Un ejército ha de partir en perfecto orden. Cuando no es bueno el orden, amenaza la desventura."


Una ira sin conductor puede implosionar como una enfermedad mortal o una adicción, o arrasar el  afuera vincular como un incendio forestal. Esa misma fuerza, conducida por una conciencia acrecentada puede transmutarse alquímicamente en una entrega de amor total.


Una vieja angustia contenida puede matarte, o transmutada por la conciencia puede regenerarse en amor hacia todos.


Un miedo persistente puede destruirte el cuerpo hasta matarte o invalidarte. O pueden utilizarse esas tropas para otros, para ser un refugio seguro para los demás.


El Amor es el océano al que todas las emociones transmutadas alquímicamente deben llegar, como todos los arroyos salvajes son amansados finalmente por el mar.


Bajo la Tierra, los Abismos, las Aguas y mil corrientes capaces de destrucción y salvación.


¡Acrecienta tu conciencia! Tu mente clara, firme, al mando. La Fuerza creadora es la Victoria definitiva.


Susurros del  I Ching, hex. 7, "El ejército".


Dibujo Jbv, birome sobre papel.