viernes, 11 de noviembre de 2016

Estudiar el Tao



“Si usted quiere ser un taoísta, un estudiante de la vida natural, una de las primeras cosas que debe aprender es a liberarse de los hábitos malsanos. 

Desaprender casi todo lo que hemos acumulado y empezar de cero en  muchas cosas: como respirar, qué tipo de ejercicio hacer, como comer, dormir, beber, gestionar las emociones, la energía, etc.
Cada detalle puede ir con el Tao, o en su contra.”

“Para estudiar el Tao no se necesita ninguna técnica especial: observar constantemente el interior de uno es estudiar el tao, y cuando los falsos pensamientos dejan de surgir, el Tao se revela.”



“Participe de las actividades mundanas sin dejarse arrastrar por ellas. No hace falta irse a vivir solo a una montaña para alcanzar la espiritualidad, sino que la espiritualidad es la manera en que trata usted con las cosas cotidianas. La espiritualidad es una práctica, y su campo de desarrollo es la vida ordinaria, las pequeñas cosas de cada día. 

La mente es una herramienta. 

“El noble no va en sus pensamientos mas allá de su situación”, dice el I Ching.

Es decir, usa la mente para pensar, para algo que está ocurriendo en este momento. Resolver un problema, realizar algo, etc. Ese modo de pensar concentra y fortalece el qi. Luego, se deja de pensar, se deja la herramienta a un lado.

Cuando aparecen “pensamientos”, esos son disipadores de energía. La mente está activa inútilmente, distraída, solo gastando energía.
El sabio aprende a usarla solo cuando la necesita, y a “apagarla” cuando ya no. Así, “el noble no va en sus pensamientos mas allá de su situación”.

Con la práctica cotidiana correcta, se desaprende a “ser solo mente”, y se aprende a usarla como una valiosa herramienta.
Se aprende que el taoísmo es el camino subyacente en todos los caminos, es el punto en el que todos los senderos que buscan la verdad se cruzan. Es la base última, la realidad vista sin dogmas, sin adornos, templos, ni dioses exageradamente parecidos a nosotros.


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