lunes, 25 de noviembre de 2019

Lecciones médicas del Tao Te Ching: capítulo 64

Lecciones médicas del Tao Te Ching: capítulo 64.



"Todo está en permanente flujo y transformación.

Los seres y fenómenos ya existen incluso antes de ser. Del no ser pasan al estado germinal, imperceptible, luego se desarrollan hacia su plenitud y vuelven a transformarse.

Con este conocimiento entre las manos, la sabiduría médica resuelve rápidamente lo que aún está asentado y tranquilo,
Lo que todavía no ha dado señales de alteración,
Lo frágil y pequeño.

La sabiduría médica se ocupa de las cosas cuando aún están en estado germinal, antes de que se hayan manifestado.
Así, dirige los tratamientos sin brillantes intervenciones ni rudos protocolos, en tranquilidad, desde el embrión de los desequilibrios.

De esta manera, parece que el médico no haciera nada, no deja estelas ni huellas, y vive en lo secreto su saber. Los profanos llaman magia o esoterismo a lo que sólo es atención, escucha, disciplina y práctica.

Es sencillo entender que todo comienza pequeño y leve y se vuelve grande y peligroso.

La prevención y la anticipación debe ser el alma de una sabia ciencia médica, y no la cacería y persecución policial de síntomas infinitos.

Es más sencillo arrancar un brote verde que tener que hachar un árbol.

Durante el tratamiento se debe conservar el mismo cuidado, sensibilidad y atención tanto al final como al inicio.

Todo es permanente movimiento y vibración, germen y final.

Quien busque sanar a otras personas debió y debe seguir siendo capaz de ver en germen a sus propios demonios y domarlos firmemente al más mínimo indicio de rebelión.

Sólo así estará entrenado para combatir con los feroces demonios que atormentan a quienes acudan a su puerta."

Jbv

Pintura de Shitao, pintor, poeta y calígrafo taoísta del siglo XVII

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