jueves, 28 de noviembre de 2019

Cristiano



Cristiano

No te fijes en sus lujosas biblias,
En sus cruces colgadas,
En sus rosarios y sermones.

No computes su presentismo en la misa dominical,
No repares en sus continuas confesiones ante el párroco,
O en su profusa ingesta de hostias.

No te confundan sus cantos, rezos y salmodias.

Si su vida no es reflejo auténtico y emanación florida del sencillo sermón del monte, ése no es cristiano.

Si el simple mensaje que el hijo del carpintero pronunció ante los menesterosos del desierto sobre aquella lomada palestina no perfuma su mirada y su gesto hacia los otros, a los pobres y despreciados del mundo; no te confundas, no estás frente a un cristiano; estás ante uno de los "buenos y justos" que lo crucificaron al nazareno, y que aún lo siguen haciendo con cada humilde y despojado de esta tierra.

Jbv.

No hay comentarios:

Publicar un comentario