miércoles, 30 de septiembre de 2020

Instantáneas


 

"Andaba senderos adentro por esas serranías perdidas del Tucumán.


Todo ese Gran Misterio hablaba para mí. Ese silencio era la voz de Eso insondable. Toda luz alumbraba los pliegues más recónditos del alma, eliminando cualquier vestigio de sombras como en un descomunal mediodía.


Algo en la mañana era diferente. Había visto en la noche más estrellas que de costumbre. Ese alba las plantas susurraban, los pájaros se acercaban más de la cuenta. Los caballos se dejaban acariciar y refregaban su hocico en mi pecho. 


A 1300  metros del tiempo y del hombre entendí. Nada era para mí. Nada era por mí. Yo ya no estaba, solo esa chispa que no sabe de adentros y afueras, de ellos y yos, de ayeres y mañanas.


Eso incomprensible que no puede decirse ocurrió. Todo se detuvo y la puerta de todos los misterios se abrió. 


Tan sólo un instante, un breve despertar. Luego el sueño me arrastró de nuevo por las sendas que descienden al aturdimiento del diario trajinar.


Hasta que algún día distraído ocurre el milagro: lo cotidiano toma dimensión sagrada y se baña de hondura la existencia."


Jbv, libretas instantáneas, septiembre 2018.


viernes, 25 de septiembre de 2020

La escalera



 

"De tres transformaciones les hablo yo", decía Zaratustra. Y habló del camello, del león y el niño. 


Aquí los antiguos nos hablaron de Amaru, uturunku y kúntur para ilustrar la transformación del espíritu.


El Cóndor del alma puede volar más alto que cualquier ser vivo porque previamente fue el más fuerte y feroz jaguar. Dueño de la furia necesaria para ser capaz de liberar a ese oscuro humanito que era.


Para darle la fuerza de romper y atravesar las rejas de todos sus calabozos de miedos, prejuicios, atrevidísima ignorancia, permanente opinión sobre todo, apegos a la seguridad, y de esa mente ruidosa llena de palabras e inquietud por el futuro.


¿Qué mundo estamos predicando cambiar si no hemos transitado todavía estas tres transformaciones?


Como Amaru la serpiente, arrastramos nuestras vidas de aquí para allá, perdidos en una densa niebla de incertidumbre, miedo e insatisfacción. 


Sólo la fuerza y la bravura de un jaguar, de un puma, del feroz Uturunku es capaz de de lograr el sacudón que nuestras vidas necesitan para rebelarse a ese destino y ascender sin miedo por la escala de una conciencia mayor. Fuerza y Visión de lo oscuro, del lado nocturno, rebelión, paciencia y acecho nos van volviendo cada vez más libres si es que somos implacables con nosotros mismos. 


Pero hace falta el paso liberador. El desterrar de nosotros cualquier furia que enceguezca, tirar al fuego todo punto de vista terrestre y montaraz limitado, por más poderoso que éste pudiera ser. 


Y dar paso al nacimiento de las alas del espíritu, ascender a la cumbre y volar como el Kúntur Señor del Cielo y las cumbres, al que nada de la realidad se le escapa, el dueño de la Visión total desde las alturas. Inocencia sin rastros de odio, resentimiento, juicios, parcialidad. Cóndor-niño.  Su ascenso libre es el techo y mirador de la Tierra. Ojos de faro, alma de cosmos. 


Jbv


martes, 22 de septiembre de 2020

Lecciones médicas del Tao Te Ching: capítulo 5.

 



Puedes ver que en la Naturaleza no existe la condescendencia. Todas las criaturas son tratadas por ella como si fueran "perros de paja", nada más que objetos descartables hechos para otros fines que trascienden a los seres: la vida y la muerte, la rueda de la existencia.


Quien porta la sabiduría médica no es condescendiente con quienes acuden a su puerta pues conoce esta realidad. Si la persona está rompiendo reglas naturales en su vida cotidiana que le producen la enfermedad, el médico no debe dejarlo pasar. Debe decirlo con toda la honestidad de que es capaz, pues la naturaleza no es flexible en sus leyes. 


Amorosidad y empatía sin condescendencia.


El objetivo final del médico es que la persona se cure. Y si es necesario hablar con franqueza para que la persona cese en los hábitos que la enferman deberá encontrar la manera de hacerlo. 

No se le puede hacer trampas al Tao.


El espíritu del gran médico está vacío como un fuelle. Que sin apegos, puede producir sin condescendencia lo necesario para cada persona que llega a su casa.


Siempre en el centro y el vacío. La escucha activa. Sin tanto hablar, lo necesario para cada cual y con la palabra adecuada y compañera para cada uno. Si no paras se parlotear, pronto te quedas sin mucho que decir.


Jbv


Imagen: dice el Tao Te Ching: "Cielo y Tierra no son amorosos, no conocen benevolencia, tratan a todos los seres como a perros de paja". Los animales de paja, los "perros de paja" eran utilizados en festividades de la China antigua, en las que eran tratadas con reverencia y luego pisoteadas, quemadas y abandonadas, significando lo fugaz y perecedero de la vida, que somos meros eslabones de un fin mayor que nos trasciende completamente.

viernes, 11 de septiembre de 2020

Elecciones

 



"Mariposa azul, risa montaraz,

Sobre el Iguazú.... Azul..."


Elecciones


¿Quién sabe si el moro de Facundo fue capaz de Videncia, o era sólo una treta del general para impresionar a la montonera?


¿Quién puede afirmar que el poeta taoísta y célebre apólogo del vino Li Po murió de una miserable y larga enfermedad, y no ebrio, ahogado, al pretender besar a la luna que lo llamaba desde el río?


¿Quién es capaz de negar que el salvaje unitario Varela no vivió perdidamente enamorado de la cantante Angelita Tani, y que toda su tinta sangrienta desde Montevideo y la traición de Obligado no fueron más que el despecho del que sólo pudo librarlo el puñal artero del pescador Cabrera?


¿Qué astrónomo podrá decirnos qué estrella buscaba el alazán antes de haber sido pialado junto al barranco, o si simplemente perdió la senda en una cerrazón?


¿Vive en el I Ching la respuesta a todos los enigmas del universo o es tan sólo una absurda colección de sortilegios antiguos?


¿Qué coplero no está revelando en cuatro versos todos los duendes de su tierra, demostrando el alma de su pueblo, aunque su voz se pierda para siempre en el viento, sin que nadie jamás la haya escuchado?


¿Vivió Nietzsche a Zaratustra, o éste fue tan sólo las feroces migrañas que torturaron al profesor?


¿Qué parte del lapacho solito en el monte no contiene la verdad eterna de la vida?


Una larga serie de arbitrarias elecciones es la interpretación que hacemos de la vida que llevamos a cuestas a diario.


Belleza y náusea, ciencia y magia, pasión y reglamento, alas irreverentemente risueñas  y actas notariales caminan juntos por los mismos senderos. 


Cómo vemos eso que llaman Realidad...


El destino es nuestro, y el desatino también. Son meras opciones, construidas ambas a capricho y a dedo.


Jbv

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Apuntes de sachasofía: ¿Hasta adónde es suficiente?

 




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Fernández fue gran pescador y cazador del carpincho y la nutria en las islas de Ibicuy, sabedor del tiempo del río, el sauce y el juncal.


Algo, un hondo llamado lo llevó al cerro, y se hizo de monte espinudo también.


Yendo a buscar dos yegüitas por los Planchones, hablaba con el raqueño Mamani:


"El exceso de ambición al biguá lo deja con hambre; buscando el bagre más grande, se olvida de los mil pececillos que podría cazar, y el atardecer lo encuentra con el buche vacío.


Si usté se desgasta detrás de mil objetivos, cae enfermo y agotado, nadie lo levanta del catre, y todo queda sin hacerse. Si llena la taza a hasta el tope, seguro se se le vuelca el mate cocido al levantarla."


Y sí, dijo Mamani, "mirelo al chancho: feliz de la vida come y come y engorda, siguiendo el camino que lo lleva a la muerte en navidad. 


Y si uno calcula mal, y no pega la vuelta a tiempo por querer llegar más lejos, la noche le caerá en el monte.


El atajacaminos se le para ahicito nomás enfrente, a unos cuatro o cinco metros. Si usté avanza, revolotea y se posa un poco más atrás, pero si sigue adelante, allá usté con los peligros que encuentre... Ahora, si vuelve, quién le va a quitar la curiosidad de lo que había más allá...


Ambos se preguntaban, 

¿cuándo volver?

¿Hasta adónde llegar?

¿Cuánto forzar las cosas?

¿Quién pudiera saberlo?


Mas vale andar por senderos, de día, sin tanto pensar. El ruido del monte de noche es mejor oírlo de lejos... Que no?

Pero sepa, terminó diciendo el islero Fernández, que ahí, en la espesura, traspasando el temor, está la respuesta a las cosas que tal vez jamás hemos preguntado".


Caía la tarde y el río los Planchones corría suave y tranquilo. 


Jbv

martes, 8 de septiembre de 2020

Lecciones médicas del Tao Te Ching: capítulo 28.


 


"Quien porta la sabiduría médica jamás se atiene a principios fijos. Nunca se polariza, sino que integra los opuestos. 


Abraza tanto el yin como el yang, según sea la necesidad de su paciente.  Tanto propone creativamente como acepta receptivamente. Y así los desequilibrios se atenúan, el balance se restablece en la persona que acude a su puerta.


Conoce la fuerza masculina pero no descarta la delicadeza femenina. El gran médico se vuelve como el río de un gran valle que recibe mansamente todos los afluentes y los conduce con fuerza y constancia hasta el océano.


Conoce el brillo pero se mantiene humildemente en la sombra. Escucha, observa de manera aguda y penetrante, recibe. No enceguece a su paciente. Se mantiene en la oscuridad, porque de la misma boca de la persona puede surgir la clave del tratamiento, que habría quedado oculta si él hubiera elegido deslumbrar. Así se vuelve como un niño de pecho, sin preconceptos ni recetas prefabricadas, nutriéndose de todo lo que aparece para beneficio del enfermo.


Sabe bien que todo lo que no conforma un Tai Chi -una totalidad con sus opuestos complementarios integrados- se desequilibra produciendo enfermedad y sufrimiento. 


Quien porta la sabiduría médica enseña esto a quienes acuden en su ayuda para que puedan lograr la plenitud de su "Te", lo que está en su naturaleza llegar a ser, y no vuelvan a perder el camino en direcciones lineales hacia uno de los polos.


Conciencia y acción.

Quietud y movimiento.

Luz y sombra.

Espíritu y materia.

Lo sagrado y lo profano.

Yo y los demás.


Todo lo sano y fuerte es un círculo completo.


Recuerda las oraciones de Hesiquio del Cerro:


"Tienes Poder

Y te quedas en la mansedumbre.

Has visto las cumbres,

Y vives en el valle.

Conoces varón

Y preservas mujer.

Guardas joyas preciosas

En los bolsillos de tu harapiento ropaje del desierto.

Sabes moverte

Y abrazas la calma.

No sales a atacar la enfermedad,

Haces maternal prevención.

No curas,

Te cuidas.

No gritas,

Te callas.

Tienes mil soles adentro

Y te haces tierra fértil.

Puedes matar 

Y elijes salvar.

Aplacas el macho,

Conservas la hembra."


Todo lo sano y fuerte es un círculo completo.


Jbv.


Conserva la hembra

 


"Tienes Poder

Y te quedas en la mansedumbre.

Has visto las cumbres,

Y vives en el valle.

Conoces varón

Y preservas mujer.

Guardas joyas preciosas

En los bolsillos de tu harapiento ropaje del desierto.

Sabes moverte

Y abrazas la calma.

No sales a atacar la enfermedad,

Haces maternal prevención.

No curas,

Te cuidas.

No gritas,

Te callas.

Tienes mil soles adentro

Y te haces tierra fértil.

Puedes matar 

Y elijes salvar.

Aplacas el macho,

Conservas la hembra."


(Apotegmas de Hesiquio del Cerro, 25.)


Jbv.


viernes, 4 de septiembre de 2020

Lo cotidiano se vuelve mágico

 "Cultiva el Tao como un ladrón: que ni siquiera tus amigos, tu pareja o tus hijos sepan nada de ello.


Hazlo con total discreción, como si se tratase de algo absolutamente prohibido.


Pasa desapercibido ante los ojos del mundo. Que las cosas cotidianas sean tu templo y tu dojo de práctica.


Que no haya vestido ni peinado ni adorno que te distinga. Invisible es el Tao. Mas nada queda sin hacer. 


Las plantas crecen y maduran, los animales nacen y mueren, la marea sube y baja, y uno no es necesario para nada.


Nadie verá nada extraño, pero quien esté atento observará un sutil brillo en tu mirada, una luz particular en tu modo de hacer las cosas.


No te quedes en ese halago silencioso, en ese callado aplauso. 


Sólo continúa. No hay nada especial, y todo está cargado de magia al mismo tiempo."

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Lecciones médicas del Tao Te Ching: capítulo 4.


 


"Quien porta la sabiduría médica tiene el aspecto de un cuenco vacío, que por más que sea usado jamás se colma. Ha producido tal espacio interior que todas sus capacidades tienen lugar para aflorar naturalmente, espontáneamente, como el agua que es volcada por una jarra sin ser retenida por ella.


Su mente y su espíritu son profundos, enfocados plenamente desde esa sin-forma en ver los desequilibrios subyacentes al padecimiento que traen los dolientes que acuden a su puerta. Se ha vuelto al estado original de la mente, sin conceptos, pura conciencia sin definir ni limitar.


Con esta disposición en su espíritu atento y una mente sin pensamiento ni forma, es capaz de acoger sin discriminación de nombres todos los trastornos y devolverlos al equilibrio sano y dinámico del yin y el yang.


Todo lo que para otro médico ordinario es fragmentación, complejidad y rareza, para él es un simple devolver a la persona al Tao. Simplificar todo, mellar los filos, desanudar los nudos, opacar lo que deslumbra, asentar el polvo.


Quien porta la alta sabiduría médica sólo observa desde el vacío sin diversificar, la infinitud de los cambios del yin y del yang, y desde allí, como una fuente suave y siempre rebosante, brota todo su conocimiento, intuición, su palabra vivificante y esperanzadora. Toda su capacidad sanadora aflora espontáneamente, natural y automáticamente, como si la solución siempre hubiera estado allí."


Jbv


Piezas maravillosas de gres de mi querida maestra Carla Farias. Pertenece a un juego de cuatro cuencos y tetera. Toda la fuerza vital de esta gran creadora late en esta obra.  Este vaso es usado a diario especialmente para tomar mis tinturas o infusiones de plantas medicinales, y despertar la visión interior.