miércoles, 30 de septiembre de 2020

Instantáneas


 

"Andaba senderos adentro por esas serranías perdidas del Tucumán.


Todo ese Gran Misterio hablaba para mí. Ese silencio era la voz de Eso insondable. Toda luz alumbraba los pliegues más recónditos del alma, eliminando cualquier vestigio de sombras como en un descomunal mediodía.


Algo en la mañana era diferente. Había visto en la noche más estrellas que de costumbre. Ese alba las plantas susurraban, los pájaros se acercaban más de la cuenta. Los caballos se dejaban acariciar y refregaban su hocico en mi pecho. 


A 1300  metros del tiempo y del hombre entendí. Nada era para mí. Nada era por mí. Yo ya no estaba, solo esa chispa que no sabe de adentros y afueras, de ellos y yos, de ayeres y mañanas.


Eso incomprensible que no puede decirse ocurrió. Todo se detuvo y la puerta de todos los misterios se abrió. 


Tan sólo un instante, un breve despertar. Luego el sueño me arrastró de nuevo por las sendas que descienden al aturdimiento del diario trajinar.


Hasta que algún día distraído ocurre el milagro: lo cotidiano toma dimensión sagrada y se baña de hondura la existencia."


Jbv, libretas instantáneas, septiembre 2018.


No hay comentarios:

Publicar un comentario