miércoles, 10 de febrero de 2021

Todo es vanidad y correr tras el viento


 

Es mucho más simple de lo que parece.


Lo más conveniente es abandonar la amargura y el esperar que pasen cosas.


Comer y beber en compañía de los que te piensan y quieren bien, y jugar y reír con los niños.


Realizar tu auténtica tarea sin más dudas ni dilaciones. La entrega es total a tu destino, sin más torpe y soberbia intervención.


Todo lo demás es vanidad y correr tras el viento.


Los días dados son inciertos, 

Y el Gran Misterio no puede  revelarse buscándolo activamente andando caminos sistemáticos trazados por otros.


Todos somos para Él como los perros de paja que se apaleaban e incineraban en los antiguos rituales de la fugacidad y lo perecedero.


Más vale un puñado con tranquilidad que las manos llenas a costa de fatigas y pastillas para dormir.


Frente al Gran Misterio disponte a escuchar activamente. Acalla tu corazón y abandona la oración parlanchina y pedigüeña. Oye qué tiene para decirte, descarta la tontería de decirle a Dios lo que tiene que hacer con el mundo y contigo.


Si es sí, que sea si. Si es no, que sea no. Todo lo demás viene del maligno.


Que no se llene de maldad tu corazón cuando su capricho se vea contrariado. Exigencia... Control... Esperar cosas del otro... ¡Qué agotador!

¡Deja en paz de una vez por todas a los demás!


Mira la danza del cielo brillante, las estelas del movimiento cósmico, la trama energética, la desintegración de la carne, de los huesos, la apertura total del corazón para dar y recibir, y la permanencia eterna de la chispa.


¿Para qué vivir los días con ansiedad y enojo? Cosas ocultas e innombrables se revelan en lo simple y natural.


Todo lo demás es vanidad y correr tras el viento.


Jbv


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