viernes, 12 de febrero de 2021

El viaje es interior


El único viaje real es hacia adentro.

Afuera encontramos todos nuestros fantasmas disfrazados de asombrosas y cautivantes formas bellas. Pero sin dudas, más tarde o más temprano muestran su verdadera cara espectral.


"El cielo está dentro de uno

Pero el infierno también", explicó Yupanqui.


"Como es adentro es afuera, como es arriba es abajo" dijo el tres veces grande.


El caminante que dirige sus pasos hacia el interior lleva un balde y un trapo en las manos, y una espada en la cintura.


En algún punto del sendero el Vínculo con el Gran Misterio queda limpio, como por un pase mágico todo se hace claro. Entonces tu verdadero y completo Yo, el Sí Mismo como lo llamó un sabio suizo, surge despejado y soleado como un mediodía otoñal en las montañas altas.


Toda nube se despeja y el corazón es un pozo de agua limpia y fresca.


Las formas exteriores ahora ya pierden importancia, están ahí para nutrirnos con su energía, para ser gozadas y disfrutadas como un regalo de la tierra. Pero ya no son definitorias de nada.


Los viajes y movimientos se vuelven pacíficos, sin sombra detrás. Tu vínculo está limpio, y te das cuenta de que en tu vida ya no hay lugar para boludeces. No hay cabida para lo que no tiene importancia (casi nada la tiene), sentido o valor.


Limpiado el vínculo con el Gran Misterio se cierran las puertas a todas esas cosas que uno hace sin sentido claro:

En la compañía

En la conversación

En las acciones

En el tiempo empleado

Ya no hay lugar para tonterías. Sin enojo, sin el ceño fruncido, simplemente no hay cabida. Como agüita mansa que corre por el valle de noche.

El adentro se hace afuera, y el Dos se hace Uno.


Jbv


 

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