martes, 13 de abril de 2021

Vacío


 

Vacío como un valle por donde el río puede correr a su gusto.

Vacío como el espacio entre el Cielo y la Tierra, donde los cerros se elevan, las llanuras se extienden, los bosques abundan y los diez mil seres prosperan y viven sus experiencias entre el nacimiento y la muerte.


Vacío como el silencio interior del sabio santo. Vacío como su mente en la que las mutaciones pueden ser abrazadas sin juicio, con calma, donde la despreocupación y la tranquilidad habitan inalterables a los sacudones del acontecer del mundo porque conoce que el único conflicto ocurre en el espacio interior.


El vacío es de utilidad inagotable. La saturación es la muerte.


Saber cuándo es suficiente es la más alta maravilla. No pretender retener.  Desalojar lo que se ha completado para volver a renovar es la senda de los inmortales.


Se vive en el espacio vacío de las casas, no en sus paredes. 

Se vierte agua en el vacío de la jarra, por ello es útil.

Se sopla en el vacío de la flauta y es por ello que emite su música.

Atravesamos puertas y ventanas por su vacío y accedemos a la auténtica Comprensión cuando hemos vaciado nuestra mente por completo.

Somos capaces de amar realmente cuando vaciamos de nosotros mismos nuestro corazón, y la entrega total sólo ocurre tras vaciar de manera radical nuestro egoísmo.


El vacío es el lugar donde ocurre una vida que valga la pena. Hacer vacío una y otra vez es el Camino de los Caminos.

El profundo y sagrado no-hacer, la incomprensible acción sin acción de los santos sabios invisibles del mundo.


Jbv


viernes, 9 de abril de 2021

Desmitificar la meditación



 





Desmitificar la meditación

La palabra "Meditación" lleva hoy una carga de imaginería tan pesada que a muchísimas personas les acobarda la sola idea de asomarse a ese mundo.

Está envuelta en un halo esotérico y misterioso que parece una práctica tan sólo para iniciados.

En el taoísmo primigenio, previo a lo que hoy se conoce como la religión taoísta, llena de parafernalia y complejísimas técnicas de alquimia interna, se abogaba por la más absoluta sencillez y simplicidad. Ni siquiera se hablaba de meditación, sino simplemente de "sentarse quieto sin hacer nada."

Se trata de una práctica natural del hombre en estado salvaje. Debemos recuperarla.

La meditación no era para Chuang Tzu, Lao Tsé, Lieh Tsé, y el ancestral I Ching, un hacer cosas, sino todo lo contrario, un absoluto no-hacer.

Los personajes que pueblan las historias de estos seguidores del Camino (Tao) que no pertenecían a ninguna escuela, son siempre gentes sencillas, sin complejidades artificiales, sumidas por completo en su sabiduría natural, tal como los sachásofos de nuestra tierra sudamericana de hoy.

Acompañados de su infusión predilecta, simplemente practicaban la contemplación. Algunas otras plantas maestras también elevaron progresivamente sus consciencias.

El maestro Lao Tsé meramente aconsejaba sentarse, vaciar la mente y llenar el estómago (de energía vital, con respiración abdominal). Quedarse con lo esencial y descartar todo lo accesorio.

Es la maravillosamente simple práctica que enseña el I Ching en el Aquietamiento. (Hex. 52)

Aquieta tu espalda, de modo que ya no sientas tu cuerpo. Desde ese estado de aquietamiento podrás salir incluso creativamente al mercado y a la ruidosa feria, a ver a tu gente, y los vaivenes y conflictos, las habladurías del mundo no podrán alcanzarte. Aunque tu boca hable, tu mente permanecerá en silencio. Quieto como una montaña, no vayas en tus pensamientos más allá de tu situación, de tu momento presente.

Quietud y silencio, como ejes del movimiento exterior, tal como aconsejaba nuestro sachásofo Atahualpa Yupanqui: 

"En cuanto al silencio, es necesario. Hasta en la música se parte del silencio. Sin el silencio no hay nada, no hay nada creativo.
El silencio es un detener, si es posible el pulso del pensamiento, para uno poder después volar bien afirmado por lo menos en lo que uno cree que es bueno y saludable para el alma". 

Chung Tzu aseguraba que el sosiego de la mente puede curar una enfermedad. 
Sentarse quieto sin hacer nada.
Mudar en lo exterior, permanecer inalterado en el interior. Sencillamente mantenerse atento y sin distracción, con el espíritu recogido. Mantener la espalda derecha parece que naturalmente propicia la fluidez de la mente. Dice Chuang Tzu: "Tente recto, eso es todo. Y serás flexible".

Desmitificar la meditación ayudará a que muchas personas comiencen conscientemente esta no-práctica natural en los humanos que vivían y viven aún más cerca de la ancestralidad sin parafernalia.

Sentarse quieto sin hacer nada. Acceder de a poco a un estado de sosiego interior. No intervenir en ese flujo.
Si hay calma y silencio, goza de la calma y el silencio. Si hay caos mental y ansiedad, sólo observarlo y tomar nota. No lo sigas. No hagas nada. Wu wei. Dejar que los movimientos internos sigan su curso, estando en reposo.

Un rato. Todos los días. Muchos ratitos, momentos, instantes, todos los días.

Aconsejaba Chuang Tzu lo que aprendió de pescadores y carpinteros, antiguos sachásofos de la China: "Perfecciona tu mente. Sólo has de mantenerte en el no-actuar y las cosas se transformarán y enmendarán por sí mismas. Abandona tu cuerpo, vomita tu inteligencia, sumérgete en el olvido de las cosas exteriores, hazte uno con la energía cósmica, libera tu mente y deja suelto tu espíritu, elimina todo cálculo y todo intento".

Es acceder al estado de consciencia del carrero que se inmortalizó en los versos de Romildo Risso y en la guitarra de Yupanqui:

"Porque no  engraso los ejes
 me llaman abandonao. 
Si a mí me gusta que suenen,
Pa qué los quiero engrasar.
No necesito silencio,
Yo no tengo en qué pensar.
Tenía... Pero hace tiempo,
Aura ya no pienso más".

Jbv

domingo, 4 de abril de 2021

Susurros del I Ching: Mantener la paz.


Si hemos logrado alguna vez algo que pueda llamarse "paz interior" observaremos que no existe ningún llano al que no siga un declive, ninguna idea a la que no siga el retorno.

Es por eso que la serenidad, el contento, el estado supremo, pacífico y de equilibrio, es el resultado de una perseverancia en el alineamiento entre las dos potencias primarias.

La luz y el poder interior.
La docilidad y receptividad exterior.

Alinearse con este estado de consciencia una vez que lo hemos experimentado es la clave para permanecer en ese apacible equilibrio dinámico.

No hay que lamentarse de esta verdad. Es una ardua tarea la construcción de la paz. Disfruta ahora de la dicha que posees.
Mantenerse perseverantemente consciente frente ese peligro de desarmonía evitará la caída en los antagonismos inevitables que suscita cualquier fractura del equilibrio de fuerzas.

Si experimentas un estado de conexión y unidad interna, permanece en él con absoluta consciencia y presencia de ánimo. Desactiva de inmediato cualquier pensamiento o idea que te arrastre a tu turbulencia habitual. No te distraigas, todo puede desbandarse en un solo instante.

Permanecer abrazado a la paz, al contento, a lo supremo,  es un trabajo de atención, presencia activa y contemplación.

Las pulsiones inferiores permanecen ahí, flotando etéreas en algún rincón de nuestro paisaje interior, aguardando su tiempo. No reprimas nada, solo reconocelas y mantenelas vigiladas hasta que solas se iluminen, si integren y disuelvan. 

¿Adonde quieres retornar? Deja atrás esos pensamientos y alineate con tu verdad interior.

Cualquier desatención puede conducir al antagonismo, al malentendido y a la guerra interna que se proyectará sin dudas en tu paisaje exterior.

Lo pequeño se va. Llega lo grande. Serenidad, y basar las acciones en la claridad.

(Susurros del I Ching, para el hex 11, la paz, mutando al antagonismo.)

Texto y dibujo.Jbv





sábado, 3 de abril de 2021

Fácil y simple




 

Sin esfuerzo, sin preocupación. Así deambula el santo sabio entregado a lo que el tiempo dicte.

Las mutaciones son la constante que subyace cualquier fenómeno.
El Poder que las comanda tiene puertas que están siempre cambiando de lugar.
El espíritu que las resguarda no dice palabras propias. 

Todos los seres son "enteógenos", llevan un dios adentro. Cada aspecto de la creación es un Portal de ingreso al valle donde habita la Hembra Negra.

Lo constante es el dinamismo. Ver cosas fijas y estáticas es una enfermedad de la mente. Pretender que nada cambie es la madre del sufrimiento y la locura.

El santo sabio no tiene ninguna otra ocupación que alinear su consciencia a esa realidad. Vive libre, sin esfuerzo, sin preocupación.

Suspende su Incredulidad y cede el mando al Gran Misterio que rige las transformaciones.

Él desaparece y se vuelve la propia danza.

El camino de Lo Creativo es lo fácil.
Lo Receptivo opera mediante lo simple.

La quietud es un anhelo ilusorio. El vacío está lleno de posibilidad de mutación.
No busca detenerse, jamás intenta la inmovilidad.

Sólo se entrega de manera plena y consciente a la transformación para que ellas le señalen en cada instante el camino correcto.

Texto y dibujo: Jbv

Darse a luz con los demás


Enfrascado en esa búsqueda espiritual te vas quedando un poco solo, convirtiéndote en alguien demasiado especial que conversa sólo con esa idealizada deidad.


Cuando orientas toda esa energía buscadora en Ver a lo divino En y junto con el otro, cuando marchas a una entrega total de tus dones y talentos, la divinidad -que es Totalidad- se instala en el medio, se sienta en la ronda de canto y en la mesa compartida, se pasea por el mercado de la plaza transformándolo en un templo y a cada mirada que Ves la vuelve su morada santa. Todo es "enteógeno" a fin de cuentas, tiene a dios adentro.


Esa abrumadora experiencia del corazón abierto en toda dirección sin distinción es el avasallamiento de dios. Simplemente ocurre, sin que hagas nada, sin que puedas hacer nada desde la mente para ello ni para merecerlo.


Es el secreto de la Gracia. No existe nada que puedas hacer para obtenerla. Te es otorgada o no.


Por ello solo hay que dejar de buscarla, ¿qué otro sentido tiene todo este asunto que dedicarse a jugar el juego de la vida con total pasión, presencia activa y disfrute? 


"Lo demás se os dará por añadidura."


No te enfrasques en tu búsqueda, el Gran Misterio está escondido en los demás y en los pliegues de la cotidianeidad.


Olvídate de la espiritualidad y ese sentido de importancia personal. Ningún dios te va a pedir exclusividad. 


El retiro es sólo un momento, muchas veces necesario.

El desierto es un tránsito hacia la aldea, no te quedes en él, como las fieras solitarias que no pueden desarrollar su darse a luz en los demás.


No se enciende una lámpara para esconderla en un cajón.


Nadie que se realiza permanece solo, sino que esa divinidad con la que se ha abrazado para siempre se multiplica una y otra vez en esa totalidad sin división llamada yo con el otro.


Jbv


 

Andar el sendero



Andar el sendero

Recorrer el camino

Moverse en el vacío,

En los intersticios se la realidad tal cual se presenta.


Danzar las mutaciones, abrazar el camino.

No molestarlo ni buscar dirigirlo.

No dejar huellas

Ir liviano,

Bañado de serenidad

Olvidar la felicidad y

La obtención de la Meta.


Ser flores del monte,

Despreocupado, tranquilo,

Alinearse.


Hacer sin hacer

Actuar sin actuar

Para que nada quede trunco y sin hacerse.


No es magia

No es misticismo ni desconexión.

Es ver el germen.

Arrancar un brotecito verde es mejor que más tarde tener que hachar un gran árbol.


Andar el camino es la senda de quienes hacen cosas obvias.

De la no extravagancia

Del no artificio

De la no manipulación

De la ausencia de cálculo

Y de control.


El Camino de las obviedades que hoy son vistas como excentricidades.

Vivir de día

Dormir de noche

Comer solo con hambre

No comer sin hambre

Vivir en contacto estrecho con la naturaleza y oír sus enseñanzas

Alinearse a sus ciclos.

Cocinar caliente en invierno

Cocinar más fresco en verano


Entender que casi absolutamente todo carece de importancia.

Que la clave de la longevidad radica en el presente.

Que el secreto de la serenidad y la comprensión está en abandonar toda búsqueda. 


Que se vive llenando totalmente de tu  impronta personal el instante presente. Activamente.

Que otra cosa es meramente ausencia y perdurar.


Dejar ir todo aquello que no es esencial.

Que tu esencia individual,

Tu propio poder personal se despliega totalmente cuando te alineas con el Camino de lo Fácil, lo Simple y lo Obvio.


Que si hay esfuerzo es porque aún no has suspendido la incredulidad.

Que si requiere esfuerzo no es por ahí.

Que otra cosa bien diferente es la disciplina y la propicia perseverancia.

Que uno se orienta hacia el drenaje energético y el agotamiento,

Y las otras hacia el incremento de poder personal y el desarrollo de todo tu potencial.


Que si has vislumbrado claramente tu misión ya no te demoras en el dualismo, en esto o aquello, y ya nada desvía tus pasos del sendero correcto.


Que amar a quienes te acompañan es dejar de exigirles y aceptar por completo.

Dar todos tus talentos y capacidades sin distinción. Para que se multipliquen como semillas de diente de león llevadas en el viento.


La elegancia de lo Fácil, de lo Simple.

Nunca lo complejo ni embrollado es parte del camino ni de la solución. Jamás la salud, el bien vivir y la serenidad están en lo complicado.


Enfocate mejor en el meollo del asunto. Es el mejor entrenamiento que te podes regalar. Saber distinguir siempre, en cada situación, lo esencial de lo accesorio.


Descarta todo lo demás. No pierdas el tiempo.


Todos vamos a morir. La muerte no tiene nada de extraordinario.


Aquietar la mente para que produzca toda su riqueza sublime.

Inquietar el cuerpo para que encuentre lo mejor de sí en el movimiento.


Resilvestración.

Hablar poco

Decir mucho

Mirar profundo

Aclarar la visión

Tocar almas

Mover energía

Desatascar

Descortezar

Escucha activa

Ser cuenco

Reírse un montón.


Basta...Hasta aquí llega mi frenesí....


Jbv


 

Soy


"Soy por naturaleza un solitario.

Me ocupan y desvelan cosas y pensamientos que a nadie parecen importarle.


Me adentro en senderos que pocos quieren recorrer. Callo solemne ante el árbol, el río, el ave o la mañana, para oír qué tienen que decirme. Tiemblo ante los  sueños y las voces antiguas que en ellos cabalgan hasta mí.


Entre los hombres y su incesante barullo, todos esos elementales se apartan silenciosos y dejan de comunicarme sus misterios.


Por eso me abrazo a la soledad. Para poder realizar mi tarea de manera cabal.


Mis palabras nacen nebulosas, inciertas, como un eco lejano que se adivina entre susurros de monte y vericuetos de arroyo.


Luego toman de a poco su forma, variados símbolos elijen nacer a través de mi. Y se vuelven al fin texto, verso, copla, oración. Todo es dictado por esos númenes celosos.


Soy su servidor, a ellos me debo. Cada letra, cada sílaba pronunciada carga con el Newén de la tierra que me ha hablado generosa, allí en los rincones de la soledad."


Jbv