sábado, 3 de abril de 2021

Darse a luz con los demás


Enfrascado en esa búsqueda espiritual te vas quedando un poco solo, convirtiéndote en alguien demasiado especial que conversa sólo con esa idealizada deidad.


Cuando orientas toda esa energía buscadora en Ver a lo divino En y junto con el otro, cuando marchas a una entrega total de tus dones y talentos, la divinidad -que es Totalidad- se instala en el medio, se sienta en la ronda de canto y en la mesa compartida, se pasea por el mercado de la plaza transformándolo en un templo y a cada mirada que Ves la vuelve su morada santa. Todo es "enteógeno" a fin de cuentas, tiene a dios adentro.


Esa abrumadora experiencia del corazón abierto en toda dirección sin distinción es el avasallamiento de dios. Simplemente ocurre, sin que hagas nada, sin que puedas hacer nada desde la mente para ello ni para merecerlo.


Es el secreto de la Gracia. No existe nada que puedas hacer para obtenerla. Te es otorgada o no.


Por ello solo hay que dejar de buscarla, ¿qué otro sentido tiene todo este asunto que dedicarse a jugar el juego de la vida con total pasión, presencia activa y disfrute? 


"Lo demás se os dará por añadidura."


No te enfrasques en tu búsqueda, el Gran Misterio está escondido en los demás y en los pliegues de la cotidianeidad.


Olvídate de la espiritualidad y ese sentido de importancia personal. Ningún dios te va a pedir exclusividad. 


El retiro es sólo un momento, muchas veces necesario.

El desierto es un tránsito hacia la aldea, no te quedes en él, como las fieras solitarias que no pueden desarrollar su darse a luz en los demás.


No se enciende una lámpara para esconderla en un cajón.


Nadie que se realiza permanece solo, sino que esa divinidad con la que se ha abrazado para siempre se multiplica una y otra vez en esa totalidad sin división llamada yo con el otro.


Jbv


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario