jueves, 2 de enero de 2020
El llamado
Miles y miles de pirpintos visitan estos días los cerros y campos del Tukma.
Están de paso.
Vienen del norte buscando tierras más propicias para su reproducción al sur, san Juan, Mendoza.
Obedecen a un hondo llamado que no tiene nombre. Una voz antiquísima que mueve sus alas.
Ninguno guía, ninguno manda. Simplemente sucede cuando uno se despoja de todo artificio y plan, para que la esencial naturaleza propia aparezca.
Dejan cosas viejas detrás: tierras, amores, querencias. La verdad que les late por dentro les dicta el movimiento y el rumbo correcto.
Unos al comienzo del calendario gregoriano, otros en mitad del ciclo de la tierra. Pero siempre hay un llamado, un grito sordo que en las tripas grita mover.
Hay mil senderos por andar. Andarlos por responder al llamado. O por andarlos nomás.
Una vieja oración reza: "Siga caminando aunque no sepa por qué... Porque usted sabe muy bien porqué."
Jbv
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