lunes, 20 de septiembre de 2021

Cultivo del mundo

 



Hablar del Gran Aprendizaje es hablar de poder estar tranquilo.

De conocer tus propios tiempos, ritmos, modos y ser consecuente con ellos.


Así comienzas a andar el sendero hacia la realización de tu virtud.


En el maremoto de formas ajenas, exigencias ajenas, expectativas ajenas, te pierdes a ti mismo, agotas tu energía, te debilitas y te enfermas física y psicológicamente.


Cesa se exigir a los demás, déjalos en paz de una vez por todas, y no permitas que nadie te exija ni seas depósito de expectativas, carencias y frustraciones de otros. Gira ahí mismo sobre tus talones y retirate sin escándalo, silbando bajito como si nada a tus propios asuntos.


Vete a deambular libre y tranquilo, o a sentarte quieto sin hacer nada. 


Ahí podes encontrar tu corazón, frente a frente, bajo el gran sol del mediodía, libre de sombras.


Si lo cultivas, puedes cultivar tu persona.

Si cultivas tu persona, puedes cultivar tu familia.

Cultivando tu familia, tu aldea es cultivada.

Cultivada tu aldea, el cultivo del país se fomenta.

Fomentado el cultivo del país, el mundo entero es cultivado.

Y así todo bajo el cielo anda el sendero del Gran Aprendizaje, yendo y viniendo de adentro hacia afuera y de afuera otra vez hacia adentro. 


Aunque estas no son más que intuiciones de un vagabundo irresponsable, las guardo en mi cajita de tesoros cotidianos.





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