sábado, 11 de septiembre de 2021

Susurros del I Ching, hex. 46. La subida

 



Hay una fuerza interior que puja hacia arriba.

Es tiempo de la Madera, de la expansión de la planta, de todo aquello que estuvo gestándose durante el largo periodo invernal y ya está listo para salir a la superficie.


Algo insiste desde abajo de la tierra.


Así busca el pequeño brote el exterior, la luz del sol y la futura expansión. 

Todas las condiciones para ser lo que está en nuestra íntima esencia ser están dadas.


Es un empuje que proviene de lo profundo, de la más clara consciencia de cuál es nuestra naturaleza verdadera tras la germinación de serios asuntos en soledad.


Esta subida es absolutamente personal. Nadie puede hacerla por vos.


La planta que rompe la semilla, busca la luz, la encuentra finalmente e inicia el ascenso y la expansión ya no vuelve atrás.


O toma con decisión el largo camino hasta el fruto, o se somete a la detención, el estancamiento y el próximo marchitamiento.


Sabemos que al árbol se lo conoce por los frutos. ¡No te detengas en la flor! ¡No te quedes en la admiración, los  suspiros y el deseo que ésta provoca! Deja que pase esa bella fugacidad y aguarda la final maduración hasta el fruto.


Como a un brotecito, cuida lo pequeño, condúcelo a lo elevado y lo grande.


Al inicio es precisa una gran confianza en las energías acumuladas en el proceso de germinación interior. Tus fuerzas son las necesarias para el momento. ¡Asciende! ¡Descubre tu vuelo al fin!


Cuando el tiempo es el adecuado y la disposición y las condiciones fueron las correctas, es momento de subir, de quitar los posibles obstáculos e iniciar la expansión. Podrá haber resistencias, internas y externas, pero este y no otro es el momento indicado.


La potencia que no se realiza, la energía que no se orienta hacia el despliegue total de sus posibilidades, se frustra, se estanca y finalmente se descompone.


El resentimiento, la ira, el enojo crónico y finamente la enfermedad se vuelven una peligrosa condición.


Que no te pase el “debería haber”, el “cómo no hice”… ese cáncer de la psiquis.


Mostrarse siempre veraz, sobretodo en los inicios de la ascensión, es lo que te librará de posteriores explicaciones e impedimentos. Un brote se muestra tal cual es, a fin de que su esencia verdadera llegue a su plenitud y fructifique lo que tiene para dar. 

Un brote que engaña mostrándose como algo que no es será arrancado luego por el cuidador del jardín.


Perseverancia. Recuerda: no te quedes en la flor y en la admiración que provoca. El árbol está para dar frutos y que sus semillas viajen en el viento, en el vientre de las aves o en las manos del Gran Sembrador.


Susurros del I Ching, hex. 46, La Subida, Ascender, empujar hacia arriba.


Acuarela de Mariana Zuñiga 

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