domingo, 26 de septiembre de 2021

El camino del viejo libro


 


Sentado sobre mi áspera piedra a la orilla del río, me sorprendo a mí mismo en el estudio de cada vez menos asuntos y materias.

 

¡Qué pocas cosas producto de la inteligencia de los hombres logran conservar algo de mi interés!


Y a su vez, ¡Qué pasión me produce el recorrer con meticuloso afán científico los vericuetos del alma y la consciencia de todos nosotros!


Largos caminos interiores he  andado y mediante alguna voz proveniente de lejanas eras pude saber que la alta sabiduría es un hacer y un no hacer, cada cual en el momento indicado, según la energía del tiempo lo requiera. Y eso es todo.


Esa gran agua marrón me enseñó una vez que no hay ideas ni pensamientos, conceptos ni teorías que logren iluminar ese rincón secreto que llevamos dentro. Sino que la claridad ingresa en el golpe de vista, en la súbita comprensión del movimiento, la mutación y el correr del medio nuestro ideal y capricho. Permitir que las cosas ocurran según su curso natural es hoy un delicioso entretenimiento para mí.


Las ideologías, dogmas y conceptualizaciones te llevan por líneas rectas e irrenunciables. Autopistas sin desvíos ni retornos. Puro hormigón y traza a regla y escuadra.


Las mutaciones que se esconden en la vida real te conducen por la senda boscosa y sinuosa de la energía, ora aquí, ora allá, dando los pasos adecuados en el momento preciso. 


Abandoné el estudio de las teorías ajenas, y las palabras de los sabiondos me hacen bostezar hasta el público papelón. Conservo aún mis aficiones librescas más como vanidoso adorno y entretenimiento que como búsqueda de la verdad.


Como el viejo Fu Xi, se me reveló una criatura costera que llevaba sobre su lomo el misterio de las fuerzas primordiales que rigen el hacer del cosmos y del hombre. 

Me llené de silencio. Habité lo más hondo de la cueva y renuncié a decidir. 

Lo inevitable es mi oráculo, y un viejo libro negro que esconde antiguos sortilegios que puden ser absurdos para algunos, o esconder las claves de la vida para otros gobiernan y dirigen mis pasos inciertos.



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