martes, 2 de marzo de 2021

Ocho fuerzas de transformación


 

Cuando eres trueno eres movimiento, agitación poderosa y decidida necesaria para restablecer desequilibrios, temblor que sacude cualquier cimiento. 


Cuando eres el cerro eres santo aquietamiento e imperturbable quietud interior. 


Cuando eres el viento eres persistencia suave influjo de tu voz paciente y sabia.


Cuando eres lago eres serenidad, alegría contagiosa que llama a los alocados arroyos del mundo a amansarse en tus brazos.


Cuando eres el cielo eres la fuerza y el poder creador, el despliegue de lo divino creativo que late en tus adentros.


Cuando eres la tierra eres la mansedumbre, la receptividad y el vacío que permite que las cosas acontezcan sin tu torpe intervención.


Cuando eres el fuego eres la claridad, la brillante manifestación de toda tu conciencia ampliada, que sin embargo sabe que toda iluminación está adherida a lo más humilde, que el espíritu no es aquí sin cuerpo mortal, que el fuego no arde sin la entrega del oscuro carbón, que todo está al servicio de quemarse en pos de la divinidad que vive en nosotros.


Cuando eres agua eres abismo, fuerzas inconscientes y secretas que laten en nuestras honduras. Que sin adentrarse en ellas.... Nada serio puede ocurrir en el avance de tu camino.


Ocho fuerzas, ocho primordiales manifestaciones de nuestro espíritu para toda transformación, creación y destrucción, muerte y renacimiento, luz y oscuridad, fuerza y flexibilidad.


Somos el Cielo

Somos la Tierra

El Trueno

El Lago

La Montaña

El Viento

El Agua

El Fuego


Abraza tus mutaciones, dales cauce y danza con ellas. Así funciona el equilibrio dinámico del universo. No te quedes atrás, atado a muelles absurdos y falsamente seguros.


Jbv


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