"Por eso es el orden de las mutaciones aquello a lo cual el noble se entrega y por lo cual encuentra sosiego".
(Ta Chuan, El Gran Tratado)
Y así sentarme despreocupadamente en la quietud,
Frente a las barrancas que miran el gran río,
Comulgar ritualmente con el humito del silencio y la presencia,
Consultar en el viejo libro las mudanzas del acontecer entre el Cielo y la Tierra.
Penetrar en los misterios de la diosa salvaje,
Beber la santa infusión de las mañanas,
Escribir estas banalidades mientras llueve y el mundo de los hombres toma decididamente rumbos inciertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario