domingo, 18 de julio de 2021

Susurros del I Ching. Hex. 20, la contemplación.

 



Recogerse interiormente es la tienda de campaña que lleva consigo el caminante.

Hacerse receptivo a las mudanzas y a los cambios es su única sagrada práctica.


En los descansos que le permite su viaje, se sube a lo alto sobre si mismo y desde allí contempla hacia arriba los caminos del Cielo,

A su alrededor los inciertos pasos del Hombre,

A sus pies el comportamiento de la Tierra dócil y mansa, germinadora de asuntos de fuerzas supremas, acompañante de la acción del poder creativo aún así sin comprender tal vez del todo lo que en ella se siembra. 


Dice un gran Sí, afirmando la vida y alentando la descomposición, sin calificar, dejando pasar.


Parado en un activo estado de presencia contempla sin retener, reflejando todo como una bola de vidrio que rueda libre sobre un impoluto espejo.


En la rústica mesa de la posada que hoy aloja la noche de su viaje agradece el vino que se le sirve, y al vaciar la copa la borra le dicta los destinos de las cosas y la gente.


Y así, como un viento que planea sobre la tierra, visita todas las regiones luminosas y sombrías del mundo,

Todas las costumbres y rarezas de las civilizaciones,

Todos los aciertos y desatinos de estos extraños humanos.


Sus pies ligeros lo guían por las orillas de las comarcas.

A veces invisible,

Otras un fuego sobre la colina al que las personas acuden a calentarse un poco,

Por momentos un lago fresco o

Enérgico río de montaña que siempre va diciendo su adiós.


Nada fue igual para él después de haber aprendido la contemplación.

Ese abrazo a todo, esa brisa que recorre el mundo como un amable fantasma que ejerce su tránsito suspendiendo la incredulidad y descartando todas las certezas.


Susurros del I ching, hex. 20, Contemplar, mirar con atención, observar, adivinar por el líquido de una taza los destinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario