lunes, 3 de diciembre de 2018

El tonto de la colina






 tonto de la colina

¿Cuál es la frontera entre el bien y el mal?
¿Adónde empieza lo alto y termina lo bajo?
¿En qué momento lo que decíamos "caliente" se vuelve " frío?
¿Qué es lo que llamamos Orden y qué es Desorden?

Hay alguien que desde la cima de una colina ve los dos extremos del Camino, y pierde así la ilusión de los opuestos. Ya no se enreda en los desvíos. Como el cóndor, su visión le permite ver que lo que parecían ser senderos divergentes, conducían nomás al mismo destino.

Hay otro que se arrastra, que solo ve metro a metro, paso a paso. Hay unos cuantos de ellos. Cualquier curva lo llena de inquietud y le hace perder la perspectiva y la calma. Vive atormentado y movedizo, tener que decidir derecha o izquierda le roba el humor.

Éste se mueve de aquí para allá, eléctrico, buscador, y a los ojos de todos es un gran hacedor que opta entre esto y aquello, y disfruta de esa imagen que se tiene de él. Opinar y decidir es un gran pasatiempo que le otorga notoriedad.

El otro parece un tonto, embobado y sedentario que nada hace, en aparente oscuridad, no atrae a nadie y más de uno se ríe de él. No se esfuerza en decidir nada, sólo se sienta y contempla el Camino.

Uno está perdido en el bosque y debe elegir entre aparentes opuestos.
El otro ya ha recorrido el camino, se ha perdido en él más de una vez, y sabe que todo es aparente contradicción.

El tonto de la colina ve el mundo girar, y por ello sonríe como un idiota mientras los otros se ríen de él.

Jbv

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