jueves, 20 de diciembre de 2018

Ser no ser




Oí que al lado del río conversaban el viejo Chocobar y carlitos, hijo del terrateniente, mientras hacían descansar los caballos rumbo a Nogalito. Me vio don Chocobar, me saludó y continuó con el envión de la charla:

 "Utilice el no ser para responder al ser.
Utilice el vacío para recibir la plenitud y el exceso.
Lo blando y flexible domina a lo duro y fuerte.
Sea agua, amigo mío. El agua vence cediendo. Arrasa solo cuando se le han cerrado todos los caminos. Y cuando lo hace, es implacable.

No hay nada que el vacío no pueda tomar en su interior, nada que la calma no pueda sustentar.

El que toma este Camino como su guía, cuando aparece un obstáculo, oposición o resistencia, permanece vacío y abierto, claro y tranquilo, etéreo, misterioso, silencioso como un profundo abismo, y entonces desaparece.

El silencio, hacerse agua es la llave que abre la puerta al mundo del no ser, y a la huella del Camino sin forma al que todo lo que Es se somete."

Carlitos y yo nos miramos. No sé que decía su mirada. La mía... Seguí caminando, ellos cruzaron el río, llenas las alforjas de la voz de la tierra.

Jbv

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