jueves, 6 de diciembre de 2018

La temperatura del sol



Disputaban Mamani y Herrera sobre la temperatura del sol. El primero decía que el sol estaba caliente, y el segundo que era helado.

Mamani afirmaba haber leído en un libro que la temperatura del astro era gigantesca, y basado en su lectura, ahí se plantaba.

Herrera, por el contrario, decía que es evidente que el sol ha de estar helado.

-"En los bajíos y humedales pantanosos, y cuantimás abajo se va uno la calor es más aplastante. Cuantimás sube uno al cerro, el aire se vuelve helado y nadie despierta vivo si lo agarra la noche en la altura y al sereno. Fíjese bien, cuantimás altito suba, más cerca del sol está, y más frío siente."

Por ahí justo pasaba don Sosa arriando dos vacas y una chancha y decidieron someter a su arbitrio la cuestión ya que era hombre viajado. Luego de pensarlo unos instantes dijo:

-"Allá en el sur, el hombre se mete a la laguna, -que está abajo- y que es fresca, profunda y serena, porque afuera la pampa quema de arriba. Por aquí, el paisano busca frescor subiendo al cerro, porque arriba se serena la calor.

Abajo o arriba, ¿adónde acudir? Si no se acopla a la circunstancia y sube o baja asigún la ocasión, el hombre actúa como si viviera atao y entrampao en lo que dice un libro o un papel, inflexible, lineal. Así, es abrasao por la calor de abajo o de arriba, congelado por el frío de arriba o abajo, sufriendo gran calamidad. Más le vale observar el movimiento del cielo y la tierra, y acudir a dónde llame el momento, ¿que no?"

Sosa saludó, grito "cuchi cuchi" a la chancha que buscaba irse y siguió su camino. Mamani y Herrera armaron un cigarrito en silencio y volvieron lento por el costado de la ruta conversando de los pastos de más arriba.

Jbv

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