lunes, 17 de diciembre de 2018

Yampa

Dicen que don Mercedes Yampa nunca salió de entre los cerros de Anca Juli, Anfama y el Siambón.
Que cuando lo pilló la muerte una helada noche allá por el 30, se lo llevó sabedor de las Honduras del corazón humano, de la sonrisa que cura, de las ilusiones del vino y los secretos de las estrellas. Con sólo mirar por la ventana de su rancho entendía los caminos de Dios.

Una mujer de mediana edad, que parece europea, o de cualquier ciudad gringa de América, viaja y recorre el mundo hace años. La sigue implacable su desesperación. Y en una carta no escrita confiesa que aún no ha encontrado el silencio en ninguna parte.

Jbv

No hay comentarios:

Publicar un comentario