viernes, 10 de julio de 2020

Lecciones médicas del Tao Te Ching: capítulo 25.



“La Tierra es la ley del hombre;
El Cielo es la ley de la Tierra;
El Tao es la ley del Cielo.
La ley del Tao es él mismo.”
Quien porta la sabiduría médica sabe que no hay salud posible lejos de la ley natural.
El Tao es eso silencioso, caótico, vacío, perfecto, solitario. Es la ley permanente, inmutable de los cambios, ciclos y transformaciones que rigen el cielo, la tierra y el hombre.
Podemos llamarlo la Madre del Mundo porque todo surge de allí y tiene su ley como guía inapelable.
El gran médico se comporta según su regla, y su tarea sanadora consiste en señalar el camino de retorno a todos aquellos dolientes que acuden a su puerta.
Porque todos nos alejamos del Tao, pero no habrá sanación sin regreso.
¿Y cómo conocer la regla del Tao para vivir según ella? De aquí mismo, de la contemplación de la naturaleza inmediata.
Porque el Tao es su propia ley,
El Cielo tiene como ley al Tao,
La Tierra tiene como ley al Cielo,
El hombre como ley a la Tierra.
Solo así el doliente se encuentra a sí mismo, en su propia ley, en los brazos de la Tierra, que es cobijada por el cielo, que descansa en el Tao.
José B. Varela "Lecciones médicas del Tao Te Ching", inédito
Pintura: Shitao, "Volviendo a casa".

No hay comentarios:

Publicar un comentario