jueves, 19 de mayo de 2022

Fuego

 



El viejo vivía solitariamente en medio de un bosquecillo y cerca de un río.


Cuando los jóvenes acudían a suplicar una enseñanza, él hacia silencio. Entonces las aves callaban sus trinos, el viento dejaba de silbar entre el cañaveral, el río enmudecía su cantar entre las piedras.


Los jóvenes se retiraban frustrados en su intención de obtener aprendizaje.


Ellos volvían, cada vez en menor cantidad, y la escena se repetía. El viejo se sentaba, hacía silencio ante la insistencia, y todo alrededor enmudecía.


Ya la siguiente vez una sola muchacha del grupo inicial se llegó hasta el rancho del anciano.


¿Acaso ni siquiera a mí sola me darás una enseñanza?


El hombre atravesó el umbral hacia el exterior, suspiró fastidiado, tomo aire y gritó con una potente voz ¡¡Fuego!!


Y todo el bosque ardió inmediatamente en llamas.

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