lunes, 9 de mayo de 2022

Susurros del I Ching, hex. 64, Wei Chi, Antes de la Consumación

 



Cuando creemos haber alcanzado alguna comprensión, una grieta se abre en el hielo poniendo en peligro el cruce final de las grandes aguas de la conciencia.


En el quehacer humano, muchas cosas se pierden por no poner la misma atención al final que al principio.


Las fuerzas son correctas, mas nuestra claridad es aún frágil. Bajo la capa fina del hielo del inconsciente, nuestra sombra corre aún como un río escondido.


Nada se termina realmente nunca. Lo inacabado es el gesto de la auténtica elegancia con que el Tao se manifiesta. Lo que no culmina jamás es el natural curso que toman las cosas en el mundo de los de fenómenos.


Acrecentar la conciencia no tiene fin. La embriaguez espiritual puede hacerte perder la cabeza como un exceso de vino frutal. 

Li Po, el poeta de la ebriedad, murió ahogado por querer besar a la luna que se le insinuaba en el río.


Embriaguez y lucidez, al principio y al final.

Proceder con la cautela del zorro cruzando un río helado trae ventura.

Ningún asunto termina nunca en verdad, solo en algún momento decidimos abandonarlo.

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Susurros del I Ching, hex. 64, Wei Chi, Antes de la Consumación, Todavía no, Las fuerzas complementarias se comunican sin llegar todavía al fin.

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