lunes, 21 de enero de 2019
Diálogos
-Qué linda está la alazana Cipriano!, le digo al pasar.
-Linda está, si. Me responde el domador Falcón.
-¿Mansita ha quedao?
-Ah sí, mansita, ya está pa entregar. Pero sufro siempre al quitarle su naturaleza.
-¿Cómo es eso?
-Y si, yo la agarro potranca, libre, liberal demás, y la vuelvo dócil y obediente. Y yo que soy de naturaleza chúcara, que no sé obedecer, imagínese mi pena, al hacerle eso al pobre animal.
-Ajá, triste destino el suyo Cipriano, qué va ser.
-Y sí, y usté hace al revés, le llegan pacientes agobiaos por ser tan obedientes, tan dóciles pal sistema, y trata de volverlos un poco más cimarrones que no?
-Jjajajaja, qué manera de verlo Falcón! Tiene sentido, al final, es todo un asunto de domadores y potros baguales. Qué va ser.
-Sí, qué va ser!
Don Cipriano continuó vareando la yegua, yo me fui yendo solo pa mis adentros.
Jbv
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