lunes, 10 de junio de 2019

¿Qué hay que aprender?

"-Pero, ¿qué es lo que hay que aprender?

-Todo... Y nada... El saber es saber hacer... Y saber no hacer ni interferir.
Mirar alrededor... Y nada más... Sin discursos, sin complicadas artimañas retóricas ni prácticas complejas. Ser lo que se es, nada más ni nada menos.

Es fácil de comprender, fácil de practicar, y sin embargo pocos lo hacen.

-Pero, ¿qué es eso fácil de comprender y de practicar?

-Nada, nada hay que comprender, solo ser.

-¿Y cómo hay que ser?

-No siendo nada. No sea nada, solo responda de forma natural a los cambios y fluctuaciones de Aquello. En el propio responder naturalmente a los cambios y  fluctuaciones surgirá su ser verdadero, y su hacer natural.

-¿Sólo eso? ¿Y las complejas meditaciones, recitados, oraciones, ritos, vestidos, devociones, cursos, talleres, invenciones, posturas, reverencias, templos, libros, teologías?

-No se nada de eso. La última verdad, eso que por detrás de todo el ruido jamás varía no es atractiva, no trae reconocimiento, no es glamorosa ni brillante.

No. Esa verdad que se esconde tras los pliegues de la simplicidad silenciosa es insulsa como tierra seca, como un tronco no vistoso de algún árbol pequeño. No seduce en su decir ni su vestimenta llama la atención.

Pero lleva escondido un tesoro debajo de su burdo ropaje.

No se complique, responda natural y espontáneamente. Si no hay tensión, allí está usted y su naturaleza esencial. Si hay tensión, no están allí ni usted ni su naturaleza esencial, sino un ideal, una proyección mental, y un abismo entre usted y la verdad.

-¿Entonces somos tan sólo una respuesta?

-Yo no sé, yo no se nada. Sólo escuché decir:

"El hombre es tierra que anda"

"Yo soy como te dije ayer, un largo camino".

-Entonces somos un andar.

-No sé, caminemos... caminemos...  nos callemos."
Jbv

No hay comentarios:

Publicar un comentario