Morder el polvo,
Pagar el karma de nuestras acciones con estoicismo y aceptación.
La humildad es un don que como buen arrogante obtengo a los ponchazos.
Recibir la queja y la acusación con silenciosa templanza abandonando la defensa y la explicación.
El noble de corazón mira para adentro y se rectifica.
Y si actuó bien y está libre de culpa se refugia en los brazos del que es anterior a todas las cosas y disuelve su drama en la totalidad.
El arte del acecho se agudiza después del sufrimiento conciente.
Observarse implacablemente.
¡Sin chistar! Todas las fechorías se pagan hoy o mañana.
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