jueves, 2 de febrero de 2023

Sin defenderse

 


De muchas cosas no hay que defenderse nunca si uno es inocente.

Explicarse a cada rato es agotador.

Deshacer malentendidos, alguna vez, quizás.


Uno muy grande calló ante sus condenadores y mostró un camino a la verdad.

Si ya te han sentenciado sus prejuicios, sus propios infiernos, no derroches esa energía. La necesitarás para enfrentar la ejecución.


Un estado interno de lago, hondo, alegre y sereno, y una acción exterior suave, silenciosa y penetrante como brisa primaveral en la tarde.


Trabajar en mi verdad interior como mi Hogar es la tarea a la que dedico mis días.

La verdad interior no es algo rígido e inflexible en la que uno se cierra. Es algo vivo, mutable, anguiloso, inasible, pero tan claro y poderoso que no caben dudas.

Sin forma, sin sistema, llego a ella y opera como mi sostén en la tormenta.


Si hay error, disculparse es divino. Si no, el silencio es un contrafuego eficaz.


Si yo poseyera la sabiduría del tamaño de un grano de arroz me abocaría a no responder jamás una acusación y a ofrecer mi hogar amoroso a quien guste pasar.


Hijos míos, construyan un castillo interior de honesta verdad consigo mismos, de fidelidad con lo que su corazón les dicte salvajemente. Carguen su cruz y vivan así en paz. 

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