Carne. La lúcida calma del Nagüel, tigre pardo de las pampas.
La fuerza, la agresividad, la portentosa capacidad de concentración, su profundidad, su eficacia.
Meditar, contemplar, comulgar, absorber y cultivar el Newén, conducirlo, orientarlo hacia el poder y la sanación.
Dar el salto, el golpe certero, la acción eficaz, justo a tiempo.
La carne. El monte, el río, las sierras, las islas, el sol, la lluvia y la selva.
La fuerza, el animal. El humanimal.
La agudeza, la atención poderosa. La tensión necesaria.
La quietud y la calma en medio de la agitación y la tempestad.
El silencio estremecedor.
La risa generosa. La mano firme, cerrada o tendida, siempre rebosante de dación.
El espíritu frugal. El músculo fuerte y flexible.
"Hualln Nagüel", el tigre pardo que rodea, que acecha, predador impiadoso que se caza a sí mismo, a sus debilidades, oscuridades y sombras.
La carne.
El fuego.
La tierra.
El Nagüel interior.
Jbv.
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