lunes, 30 de agosto de 2021

Susurros del I Ching, hex. 54, La muchacha que se casa.

 



Es un instante de revelación. Como si dentro de una cueva un relámpago silencioso te otorgara la certeza de tu destino, y ya nada pudiera distraerte de tu camino.


La más grande iluminación es saber de tu frágil e inestable situación en esta casa. Pero tu callada y serena alegría es un arma cargada contra las “esposas legítimas”, esos que son los buenos y justos que creen haberse ganado un derecho verdadero y definitivo junto al señor del hogar.


Truenos y agitación en el exterior.

Tranquila y alegre calma en el interior.


Mira más adentro, la claridad de tu corazón es la herramienta más poderosa al servicio del Gran Misterio. Otorga tu doncellez a la Obra y transmútala en señorío de tu propio andar. Todo puede irse al diablo en un instante.


No hay libertad mayor que carecer de empresas propias, estar a la orden de lo que indica el Camino, libre de las locas imaginerías de la importancia personal y del poco propicio horizonte de deseos ilimitados.


Cultivar con flexibilidad la maduración de tu lugar correcto. Hallar el campo de acción adecuado mediante la aceptación de lo que se impone en el momento. 


Es entrar a la casa del amo como doncella, como concubina frente a los celos cortantes y callados de la esposa legítima. 

Siempre aquellos que se valen de un papel o un documento para sostener su lugar serán destronados al fin por la fuerza misma de la vida, por la frescura y la sobria espontaneidad de lo que tiene vitalismo auténtico.

Humildemente, sin más pretensión que ser instrumento para la Gran Obra, entra la doncella a la casa y acapara la atención y el favor del poderoso.


Retorna a tu silencio, ubícate en la espontánea alegría de haber descubierto tu lugar pasajero en este viaje efímero, abandona la tonta agitación de emprender alucinados proyectos perecederos que te roban la tranquilidad. 


Y nunca olvides que el señor puede expulsarte de la casa en un instante, sin motivos. 


No hay causa justa para el despido. No hay mérito para quedarse.


Susurros del I Ching, hex. 54, La muchacha que se casa, cambiar por otra forma, volver a uno mismo.

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