martes, 2 de noviembre de 2021

Susurros del I Ching, hex. 28, Ta Kuo, El gran exceso, La Preponderancia de lo grande, pasar, sobrepasar, vencer.

 




Nuestra psiquis es como la gran viga maestra del propio edificio: tiene su punto de quiebre ante un exceso de sobrecarga.


Me susurra el viejo libro que la pregunta vital de un hombre es saber cuánta carga es suficiente para él.


Ya que se trate de una situación particularmente pesada o de un exceso psicológico para nuestra capacidad, es necesario correrse inmediatamente de esa situación. Aquí el héroe -ese gran impedimento- sucumbe. La viga se quiebra y el edificio cae.


Un gran exceso es demasiado. Y saber cuándo es demasiado es la más alta sabiduría.

Todo lo exagerado es contrario al camino del cielo.


Es tiempo de medidas enérgicas pero sin violencia para con otros ni con uno mismo.

En un estado de acecho alerta puedes cruzar las grandes aguas que van creciendo y desbordando.

La inundación empieza a cubrir los terrenos, los cultivos, los montes, las viviendas.


La serenidad en estos casos y un pensar claro de la mano con una actuación persistente son el equipamiento requerido para salir indemne.


Hay una fuerza extraordinaria en el espíritu. La necesaria para esta prueba. ¡Adelante! Hay que salir de ahí. Jamás toleres más peso del que puedas soportar.


En tiempos extraordinarios todo debe hacerse con cuidado, filosa atención y sin descanso.

Es necesario aliviar la viga antes de que toda la casa se caiga.


En momentos críticos como este, si la fuerza interior se conduce de este modo, verás renovarse cosas que creías viejas y gastadas, retoñar brotes verdes de la madera que parecía seca.


¿De dónde ha salido esta fuerza? Nos preguntamos asombrados de nosotros mismos.


El tiempo de actuar es ya. No existe demora posible porque el derrumbe es inminente. La situación es insostenible, el punto de quiebre de nuestra psiquis está cercano. Conocer este punto de demolición del espíritu es de vital importancia.


¡Vamos! El agua ya está hasta la coronilla.


No hay otra que aceptar el gran exceso de la situación que padecemos y andar. Un carácter forjado sólidamente no se afligirá por deber sufrir la soledad interior que implican estos trances, o por las renuncias que deberá afrontar.


Salir con vida de allí es lo único que importa. 


Si recibes ayuda agradece. No busques reconocimiento ni te cuelgues una medalla al heroísmo. Albergar esas ideas es humillante. 


La solidaridad es de igual a igual, no se trata de la verticalista caridad.


La deuda se paga recíprocamente, aliviando la carga de otro que esté llegando a su propio punto de quiebre de su viga maestra.


En tiempos excepcionales, la fuerza interior y el claro sentido de tener adónde ir para salirse del estancamiento es el camino que trae ventura.

.

.

.

Susurros del I Ching, hex. 28, Ta Kuo, El gran exceso, La Preponderancia de lo grande, pasar, sobrepasar, vencer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario