Somos criaturas del viento,
Y salvaje es el viento.
Y sin pensamiento abandonamos el sitio donde el tótem de los conceptos es un calabozo que nos imponen los tiempos.
¡Suelta la ilusión!
Lánzate a la bestial corriente en la que late la vida y Lilah juega su juego mortal.
Sin ideas del yo ni imagen de sí,
Sin retención de nada, dejar rodar.
Somos criaturas del viento,
Y salvaje es el viento.
Descarta el personaje teatral,
La impostura tiene un límite que conduce al callejón.
La importancia personal lleva pies de arena y garras de león.
Lánzate a la bestial corriente y ahógate,
Mientras corres como un lobo blanco por la costa, saltando árboles espinudos y cactus brujos,
Y te ves hundirte entre los remolinos.
Y salvaje es el viento,
Y bestial la corriente,
Y tremenda la hembra negra que alimenta matando y sostiene a los seres abriendo la puerta de todos los misterios.
Para morir
Y renacer,
Y ser el mismo viento,
Y la bestial corriente
Dónde se juega el juego del olvido y la presencia,
Del Eterno y del lamento del que no percibe más que su escaso tiempo y finitud.
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