Cuando el otro está abierto y receptivo puedo avanzar hacia su corazón.
Cuando está cerrado y es su ego el que está al mando, simplemente me retiro.
No hacer proselitismo de la manera de vivir,
Perder la necesidad de explicarse y mucho menos de tener razón.
Permitirse ser malentendido,
Jamás imponerse.
A menos que…
Ceder es la gentileza de quien tiene sus pies firmemente asentados en su verdad interior.
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