miércoles, 5 de octubre de 2022

Proceder con calma en la observación


 

Proceder con calma,

Sin el atolondrado que busca la resolución inmediata del conflicto que no logra comprender.


Hay mucho que observar con cierto desapego mientras transcurre por nuestros adentros como un gusano.

El miedo, el desconcierto, la tristeza, la angustia y el dolor.


Ser testigo de todo eso,

Sin iniciar acciones.


No se trata de reprimir, eso es horrible, sino de observar y absorber para comprender.


Cuando el alma se cae a pedazos, lavar el baño con atención,

Ordenar presentemente la casa, 

Ocuparse de los asuntos más prácticos.

Escanear el cuerpo y sus sensaciones sosteniendo el impulso de intervenir.


Incluso con la mente alocada,

Con una voluntad interior inquebrantable, agarrar las riendas con firmeza.


No hay tormenta que dure una mañana,

Ni huracán que se sostenga más de un día. 

Mientras lo miro pasar, desatar su furia, la Gran degollina del ejército invasor.

Y al fin se va, amainando su furor en el movimiento y en el sentirse observado.

El espíritu es un cuerpo en estado de presencia activa.

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