miércoles, 5 de octubre de 2022

El equipaje necesario

 Una mente pacificada es todo el equipaje necesario.

Un espíritu asentado, libre y tranquilo que habite el mar del silencio interno.


Cuando el diálogo termina se acaba toda búsqueda.

Si la búsqueda prosigue, el diálogo se reinicia.


Un día encontré mi cueva interior en medio del desierto. Ohhh ¡qué silencio cósmico se aloja adentro! No hay nada que allí no quepa.

Otro enigmático atardecer escuché el antiquísimo canto del viento en las orillas del río Belén, frente al cerro de los secretos. Y me dijo cosas que aún no puedo nombrar.


Entro y salgo de esa cueva y oigo ese viejo canto casi casi cuando quiero, y del templo a la taberna y de la taberna al templo va mi despreocupada insignificancia.


No tengo adónde ir más que a éste momento y a éste lugar. Como un haiku bailo en un centímetro cuadrado con un vaso de vino,

Envuelto en el humito del callar,

Con las voces del brujito pinchudo indicándome el camino.


Y así, sin mucho esfuerzo se me pierde el destino planeado, y me gano furtivamente el inesperado.

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