miércoles, 9 de febrero de 2022

Pacificarse y descansar

 



Sin pacificarse interiormente no existe lugar sobre la Tierra en el que no vayas a encontrar tu conflicto.


Por más que te dirijas a habitar las montañas, los valles, las sierras, la selva, las islas o los campos, si te fijas bien, en el equipaje te llevas también tu infierno.


Cuando el silencio, como un torrente de agua fresca limpia el corazón, la mente se rinde, firma la paz y ni siquiera las palabras cargan ya ruido adentro.


Y entonces el viaje deja de ser huida, y entonces el fugitivo es ahora un alegre andariego, que no deja huellas a su paso.


Pacificarse mucho y descansar un montón.

Hay mucha guerra interna y agotamiento físico y mental.

Probablemente sean las dos más comunes patologías que padecemos.

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