jueves, 10 de febrero de 2022

Sin pregunta, sin respuesta

 



La profunda Comprensión no puede ni siquiera ser preguntada.

Mucho menos respondida.


¿Porqué esa compulsión de formular preguntas imposibles para respuestas inexpresables?


El ansia de saber conlleva un camino de acumulación de símbolos y significantes que termina en la rigidez de la saturación.


Ante un dragón impredecible, no puedes permanecer estático. No puedes preguntarle. No puedes esperar su reacción, que podría redundar en tu muerte.


Si la mutación es la norma, y el vacío la realidad última, el silencio es la pregunta correcta y también la respuesta correcta.


Cuando me preguntan estas cosas, termino embrollado en mis palabras, y más confuso aún que antes.

Cuando intento yo hacer una pregunta, no encuentro la manera de formularla.


Por eso entiendo que el método del silencio acerca más a la comprensión que un tratado extenso de saberes.


Qué bendición la de tener con quien callarse y simplemente dejarse invadir por el susurro inexpresable del Gran Misterio.

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