lunes, 6 de abril de 2015

El momento indicado. Wu wei.



Salir de casa en la marea fuerte es haber olvidado algo importante.
Cortar el junco con agua alta es no haber sido previsor.
Un pescado podrido en un espinel refleja la desidia del pescador.
La leña verde en la salamandra dice lo abandonado del islero.
Una trampa puesta en verano solo muestra la ambición.
Una red de cuadros chicos habla de desprecio por el pan del agua.
Una casa hecha de postes bajos hará que se remuerda la conciencia del dejado constructor durante una marea.
Arrastrar un bote en la bajante es desesperación.
Muchos isleños juntos en un muelle muestran que algo no anda bien.


Por eso al hombre que se acomoda al Tao no se lo ve esforzarse, ni salir en los momentos inconvenientes, ni buscando leña a las apuradas.  Sin embrollarse ni cansarse, nada deja de hacer. Ha sabido sintonizar con la corriente natural de la isla, que le indica en silencio qué momento es para cada cosa. Si usted tiene oportunidad de observar a este sabio, aprenderá sin que le hable una sola palabra los secretos del no entorpecer el curso natural de las cosas interviniendo torpemente con lo que el ego cree que es la verdad. El isleño que se vale del Tao acalla su propio yo y deja hablar a la naturaleza con su honda voz silenciosa. Ella, con un imperceptible guiño, si está atento, le indicará el momento correcto.



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