martes, 9 de agosto de 2022

Lo que no se puede nombrar

 Lo esencial de nuestras experiencias no puede transmitirse con palabras.


Las maravillosas enseñanzas que podemos leer o recibir de los grandes santos y sabios no son más que los residuos verbalizables de aquello que les fue dado experimentar.


Recordatorios, apenas mapas trazados en lápiz, esas palabras no pueden suplantar el compromiso de tu experiencia personal.


Y allí está la auténtica escuela. En la presencia total, en la experiencia total. El resto, como estas pobres líneas que garabateo, son pura verseada, literatura y un nebuloso recuerdo de algo no transmisible.


En el Reino de la palabra, la poesía quizás sea lo que más se acerque, y sin dudas, el Silencio como vehículo de lo esencial es insuperable.

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