martes, 9 de agosto de 2022

Susurros del I Ching, hex. 55, La Plenitud

 Hacer con claridad es el apogeo de la sabiduría, la plenitud de la conciencia.


Hacer ignorando es peligroso,

Saber y no actuar no sirve para nada.


Como el sol del mediodía que elimina toda sombra, quien es capaz de actuar con absoluta conciencia y claridad de sus motivaciones es alguien que puede ser considerado como barranco del mundo.


El sol asciende, llega a su plenitud y decae despreocupadamente hacia su ocaso. 


Aferrarse tozudamente a un instante de iluminación o a una experiencia de totalidad es una necedad proveniente del ego.

¡Qué sabio es quien acompaña dulce y pacíficamente su declive sin aferrarse a tiempos de mayor luz! 


Subir a la montaña y descender es lo habitual.

Entrar en la caverna y luego salir es el uso común.


La conciencia tiene momentos de luminosidad y plenitud, y también del oscurecimiento de la luz.


Es mejor en esos casos hacer silencio, guardar, como La Madre, estas cosas en el corazón, sin comentar demasiado ni buscar demasiada razón.


La acción en el mundo realizada desde una claridad interior es el modo en que camina quien anda por el Camino.


Sino descansar, esperar que pase la cerrazón, la bruma que ciega los senderos y los arroyos. Amarrar en el muelle, desensillar hasta que aclare.

No es necesaria una acción constante, una permanente presencia, una omnipresente huella. 


¡Poder decir “no sé”!

La luz se opaca, puede incluso hasta hundirse en los abismos más hondos de la tierra pero recordando, adhiriéndose a lo humilde y pasajero, ésta se vuelve a encender.


Así es el modo en que el Camino se manifiesta en el mundo, subir y bajar, andar y detenerse, brillar y oscurecerse. No pasa nada, así es la cosa y es bueno contar con ello y aprender a dirigir los asuntos sin interferir en esa inexorable ley.

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Susurros del I Ching, hex. 55, La Plenitud, Abundante, Grandioso, Apogeo.

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