viernes, 19 de agosto de 2022

Vuele bajo, porque abajo está la verdad

 Me salí de los intrincados caminos de la búsqueda superior,

Y encontré que los sauces brotaban en agosto trayendo el germen de la primavera,

Que los pájaros se relacionan impiadosamente,

Que cuando alguien me habla y lo escucho, sus palabras dicen cosas, y otros no dicen nada por más ruido que hagan.


Cuando traje mi mente aquí desde las altas esferas del conocimiento,

La comida tomó un nuevo sabor,

La lentitud se hizo norma y profundizó el vínculo con todas mis acciones.

Mis seres amados se volvieron reales y su vida tomó una nueva dimensión para mí.


Cuando vi que todos los caminos eran lejanías, 

El centro tomó su lugar y el vino compartido con personas queridas se volvió fuente de revelación,

El humilde mate guaraní ocupó su puesto como bebida ceremonial y el río de la plata recuperó su condición de oráculo.


Cuando regalé más de ochocientos libros las piedras de una perdida cueva me confesaron su enseñanza secreta,

El santito se volvió el guía silencioso en mi conducta sin necesidad de instrucciones,

Y la perfecta atención a lo que está ocurriendo ahora mismo y en este lugar el mandamiento más importante de todos.


Perdí los archivos del saber y encontré una bolsa llena de viento. Susurros, sugerencias, un camino entre mil caminos, que no es ninguno en particular.


Vagar libre y tranquilo por el universo interior, por los cielos y el cosmos, pero mantenerse aquí, eso es todo.

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