Cuando todo es rigidez y protocolo estricto,
La inflexibilidad psicológica es quien está al mando.
El miedo a la libertad, al propio monstruo capaz de desatar una desolación, es quien idea las maquinaciones de los ascetismos extremos y definitivos.
Ocasiones ocurre que el ritual es muy puntilloso mas el corazón está lejos del meollo del asunto.
Algunas puntuales y precisas privaciones mantenidas en secreto forjan la voluntad y el carácter. Pasado un límite, se vuelven un camino lleno de rencor y juicio mesiánico.
¿Qué tantos kilos de libros cuando ya has comprendido que todo se reduce a tres o cuatro ideas-fuerza? ¿Acaso una honda inseguridad?
La santa búsqueda termina en el punto justo en que florece el poder personal.
Y el siguiente paso hacia el fruto ya es definitivamente propio.
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