Todo lo verdadero se transmite sin palabras y se comprende en un instante.
Si un solo pensamiento atraviesa el cielo, ese rayo de iluminación se pierde para siempre.
Sentarse por un momento a leer el libro sin hojas con una mente sin ideas, envuelto en la voz pedagógica de lo supremo…
.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario