jueves, 14 de diciembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 49, La Revolución, a hex. 43, El desbordamiento.

 En tiempos oscuros mantenerse internamente claro adherido a la propia verdad interior, y externamente sereno y alegre en nuestras horas cotidianas.


Las limitaciones enfocan la energía en lo esencial y dirigen la atención al lugar correcto.

Hacerse fuerte e infatigable.

Así la interior revolución es posible. Todo lo accesorio y distractivo es dejado atrás para disponer de la fuerza necesaria para lo fundamental.


Concentrarse más que nunca en la propia transformación para volverse inquebrantable es un gravísimo asunto de vital importancia.


Recapitular la historia personal y clarificar defectos y virtudes, fortaleza y debilidad, armas y defensas.

Comprender la cualidad de cada tiempo y acompañar la energía sin encapricharse. 


En el núcleo de esta situación está el encaminarse decididamente al encuentro de lo verdadero y el no dejarse seducir por falsas promesas de efímeras bondades de quienes ostentan una vulgar cuota de fementido poder.


Solo una persona que se haya revolucionado a sí misma de este modo adquiere la confianza de los demás para las cosas grandes de la vida.


Tal cúmulo de energía de que dispone quien se desarrolló interiormente fogueándose en el sostenimiento de la tensión se desborda en dones, en transformar de raíz el vínculo con el mundo y los demás.


Lo fuerte de uno ha de volverse resueltamente contra lo débil. Sólo así toda la vieja piel de un mundo en decadencia puede quedar atrás.

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Susurros del I Ching, hex. 49, La Revolución, a hex. 43, El desbordamiento.

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lunes, 11 de diciembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 59, Huan, La Disolución, Dispersión, Esparcir, Disipar.

 Volver al centro, instalar al Rey en su trono y dispersar todos los nubarrones de egoísmo que interfieren entre la conciencia y la distorsionada imagen de sí.


Para verse es propicio el coraje de cruzar las grandes aguas y abismos interiores que nos separan.

El pequeño yo debe ser disuelto y ofrecido en sacrificio a algo superior.

Erigir un templo interno de comunión con el sagrado origen de todas las cosas.

Allí, en ese sacro recinto interior, como el susurro de una brisa en un valle lejano, habla la voz del Antiguo.


Una conducta suave y penetrante va disolviendo el peligro de un yo desmedido y demasiado interiorizado.

Como un viento que va barriendo las nubes que nos separan del sol.


El Camino del Cielo es claro y despejado.

¿Qué es lo que te separa de la luz, de los demás, de tu Yo auténtico superior?

¡Disuélvelo! Dispersa lo inferior que impide tu re-unión con una sostenida e infatigable voluntad.


Pensamientos, ideas, hábitos, ambiciones, egoísmos, miedos, enojos, preocupaciones, cálculos, planes, culpas. 

Todas tumoraciones y excrecencias de un Ego enfermo.


¡El Camino del Cielo es claro y despejado!

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 Susurros del I Ching, hex. 59, Huan, La Disolución, Dispersión, Esparcir, Disipar.

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viernes, 8 de diciembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 52, Ken, La Montaña, El Aquietamiento, Reposo, No querer avanzar, Resistir.

 En el núcleo del más perfecto aquietamiento encontrarás la liberación definitiva de las agitaciones del corazón.


Las cosas no pueden sacudirse indefinidamente. Detenerse es propicio.


La montaña está quieta, sumida en el silencio y toda la existencia acude a ella como símbolo y arquetipo de la ascensión.


No son necesarias complejas y rígidas técnicas de meditación. Nunca es bueno forzar nada.


Simplemente sentarse y relajar la espalda, aflojar la tensión, buscar la comodidad natural y cultivar la espontaneidad.


El aquietamiento interior es gradual y progresivo, no puede imponerse. Es un buen propósito suficiente para toda una vida. Se conquista como se llega a la cima de una alta montaña.


El premio es una líquida serenidad del corazón que se habita a diario como un estado natural, tanto en la quietud como en el movimiento. En la energía que emana una conciencia en reposo y sin agitación.


En la vida ya no ves individuos conocidos, sino más bien fractales de una nueva perspectiva de las cosas cotidianas bañadas en el infinito océano de la unidad.

Quien está aquietado no va en sus pensamientos más allá del instante y así se disipa el yo con sus locas inquietudes.


Parar cuando hay que parar,

Avanzar cuando hay que avanzar.

Eso es un verdadero aquietamiento,

Un armónico fluir con el signo del tiempo presente.


Parar, es bueno. 

Aquietarse trae ventura.

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 Susurros del I Ching, hex. 52, Ken, La Montaña, El Aquietamiento, Reposo, No querer avanzar, Resistir.

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martes, 5 de diciembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 50, Ting, El Caldero, Dejarse guiar por lo Fuerte.

Primero limpia el caldero, vacíalo y ponlo de pie con sus tres patas en equilibrio.


Recién entonces el fuego de la transmutación podrá hacer su alquimia para cocinar el alimento que ofreces a tus dioses.


Todos tus ingredientes dan el sabor único que tiene tu singularidad. No rechaces ninguno. Solo hay que saber en qué medida agregar o quitar cada uno.


Cuando en el núcleo de tu vida existe un desbordamiento de la energía deseas ofrecerla en servicio a los demás.


El corazón es el caldero donde madura la rectificación interior que afirma nuestro destino.


Tres patas tiene tu ser: sustancia, energía y espíritu. Las tres sostienen el caldero sagrado. La leña seca es todo lo perecedero que has de sacrificar para mantener viva la llama.


¿A qué divinidad ofreces tu sacrificio? ¿Qué tótem elevaste en el centro de tu alma? ¿A qué fuerzas encomiendas la guía de tu existencia? Una vida se distingue de otra claramente por eso.

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 Susurros del I Ching, hex. 50, Ting, El Caldero, Dejarse guiar por lo Fuerte.

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jueves, 30 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 47 K’un, La Desazón, Opresión, Rodear, Cercar, Pobre, Menesteroso, Difícil, Agotamiento.

 Perseverar cuando toda fuerza y esperanza se han agotado,

Mantenerse sereno en el tiempo de opresión,

Guardar la palabra cuando nadie la escucha.


El agua del lago se ha evaporado o escurrido en los abismos de grietas interiores. Pero ha de volver a llover. 


La constancia puede ser más poderosa que un destino cuando uno no se deja quebrar por el agotamiento, porque sabe que la vía del Cielo es cambiar de signo.

Cuando el tiempo agota la cualidad de su energía inicia su sentido contrario.


Es la prueba más dura del carácter. 


El hombre ordinario hace lo que puede. Y esa es su excusa para entregarse a la molicie espiritual.

El noble, de intento inflexible, hace lo que tiene que hacer. Empeña todos los aspectos de su vida con el fin de seguir su inquebrantable voluntad. Y eso es lo que lo hace diferente.


Cuando la opresión real o imaginaria agota por completo nuestras fuerzas, cuando vence la oscuridad, cuando todo esfuerzo parece inútil, cuando gana la desazón, cuando la impotencia corroe el espíritu como un perro rabioso, hay uno que se rinde al total desconcierto, otro que persevera sereno y alcanza el éxito.

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 Susurros del I Ching, hex. 47 K’un, La Desazón, Opresión, Rodear, Cercar, Pobre, Menesteroso, Difícil, Agotamiento.

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miércoles, 29 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 40, Hsieh, La Liberación de tensiones, inhibiciones

 Del abismo del miedo interno se sale con un fuerte movimiento.

Así se libera uno del estado de impedimento. Hacer lo que haya que hacer de inmediato. Ir.


Si ya no quedan cosas pendientes, volver al centro de uno mismo y a la normalidad de las horas cotidianas.

La tensión se disipa, la lluvia aliviadora ha caído sobre el campo reseco de un alma temerosa.


Cuando el corazón noble reconoce en sí mismo el abismo de oscuridad y peligro que guardan sus adentros, ya no enjuicia, perdona todo, no echa culpas, pues descubre que nada de lo humano le es ajeno.


La real liberación es la de liberarse del sentimiento de superioridad, del juicio a los demás, de la severidad, de la necesidad de castigo.


Uno se libera a sí mismo con una resolución inflexible de descubrir lo que habita en el propio abismo.

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Susurros del I Ching, hex. 40, Hsieh, La Liberación de tensiones, inhibiciones.

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domingo, 19 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 36, El Oscurecimiento de la luz, Lesión de la Claridad, El Brillo Oculto.

 La noche puede desplegar su velo sobre la realidad exterior,

Lo tenebroso puede reinar en el interior del hombre.


De cualquier modo, ser perseverante y cuidar la llama es el único camino.

Cuando el mundo cae en las tinieblas, el corazón noble procura no dejarse arrastrar hacia un doblegamiento de su voluntad y su conducta.


Opaca el brillo para preservar la verdad interior.

Como las eternas verdades que han quedado grabadas en el fondo de las cavernas.

Conviviendo sin distinguirse entre la muchedumbre, oculta su resplandor y sin embargo permanece firmemente lúcido.


Un extraño destello que se disimula en lo profundo de su mirada es reconocible para quien esté atento. 

Todo el que decida en tiempos de oscuridad sostenerse en su voluntad interior habrá de hacer frente a la necesidad, a la indigencia social y espiritual.


La propia oscuridad ha de iluminarse manteniendo la lucidez. 

Las tinieblas siguen un camino hacia su total consumación hasta agotar su energía.

Quien se mantenga en su centro volverá a brillar.


En el núcleo de este recorrido está la auténtica liberación.

Para liberarse es preciso un viaje a lo más hondo de la noche manteniendo la conciencia clara.

La oscuridad, al ser reconocida en su totalidad, disminuye su fuerza y retrocede ante la luz.


El tiempo luego cambia, siempre cambia. Perseverar en la propia claridad es la tarea.

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 Susurros del I Ching, hex. 36, El Oscurecimiento de la luz, Lesión de la Claridad, El Brillo Oculto.

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martes, 14 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 34, Ta Chuang, El poder de lo Grande, El Gran Vigor, Eminente, Fuerte.

 Desarrollar internamente un vigoroso poder personal sin apartarse de las cosas cotidianas es la línea por la que se sostiene el hombre superior.

Una firme presencia de Lo Creativo en su interior se expresa en claros movimientos en lo externo.


Nunca cesa de acechar y vigilar su propio poder, pues en el núcleo de este tiempo late el peligro del desbordamiento. Por eso jamás pisa los caminos que no se corresponden al Orden.


La prepotencia es propia de machos cabríos que embisten los cercos. De aquellos pobres vulgares que solamente poseen una pequeña cuota de poder otorgado desde el exterior y cuya conciencia no está a la altura.


A la par que la fuerza crece en un noble corazón ha de cultivarse la rectitud.

Quien es verdaderamente poderoso no usa jamás su poder. Solo lo siente en su interior y se expresa en su vida como una extensión natural de su persona, silenciosamente irradiando a los demás.


La energía de quien posee el verdadero Eminente poder abre por sí sola las puertas que están cerradas.

Todo camino sellado a los vulgares se abre para él sin hacer uso de su fuerza.

Así obtiene logro y nunca olvida que la mengua acecha detrás de todo acrecentamiento que sobrepasa su punto de plenitud.

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Susurros del I Ching, hex. 34, Ta Chuang, El poder de lo Grande, El Gran Vigor, Eminente, Fuerte.

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domingo, 12 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 24, El retorno, Volver, Restablecer, Renovar, Dar Vuelta, Devolver.

 Es imperioso dar vuelta y retornar al camino.

La luz regresa, pues es un ir y venir. 

Fijar la atención y el poder interior para desalojar cualquier rastro de oscuridad.


Desandar los pasos dados en el rumbo incorrecto y regresar al trabajo.

Cesar toda acción que tenga un sentido inferior,

Todo pensamiento que lleve mala semilla.


Retornar a la índole luminosa de nuestra más íntima disposición original es el eje de la forja del carácter. Así crece lo firme y desaloja lo débil.

Devolvernos al ánimo correcto,

A la adecuada percepción.


El ruido del trueno ya se oye. La luz del relámpago busca manar del interior de la tierra.


El miedo oscurece el camino,

Quedar atado a un caduco sistema de creencias,

El ansia de seguridad,

La desesperación por agradar y encajar entre los vulgares.


Rectificarse sin arrepentimiento.

La luz de la conciencia vuelve a aparecer para el retorno definitivo del amanecer.

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 Susurros del I Ching, hex. 24, El retorno, Volver, Restablecer, Renovar, Dar Vuelta, Devolver.

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jueves, 9 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 23, La Desintegración, Descortezar, Desollar, Despojar, Socavamiento, Separarse, Partirse.

 La luz está a punto de ser desalojada por la oscuridad.

Todo cimiento ha sido socavado, toda base está corrompida.


La cáscara se rompe,

La corteza vieja se cae.


Los tiempos oscilan entre aumento y mengua, plenitud y vacío. Esta es la vía del Cielo.


No es cobardía detener toda acción, sino sabiduría.

Aquietarse, adquirir una nueva visión. Mantenerse internamente abierto y receptivo,  volverse humus disponible para germinar cuando la cualidad del tiempo vuelva a cambiar.


Es un auténtico proceso de destrucción y descomposición.

Quieto como una portentosa montaña. Dócil y abierto como tierra labrada.


Cuando el yo se resquebraja, nada mejor que dejarlo caer.

El camino de la conciencia da sus primeros pasos serios cuando sin intervenir, asistimos a su derrumbe.

Hacer algo en su defensa es desviarse del camino.


En el núcleo de todo este asunto está la receptividad y la apertura a la nueva semilla de lo verdadero.

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 Susurros del I Ching, hex. 23, La Desintegración, Descortezar, Desollar, Despojar, Socavamiento, Separarse, Partirse.

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Susurros del I Ching, hex. 23, "La desintegración", "descortezar", "separar".

 Que todo lo vulgar e inferior se desintegre,

Que la fuerza luminosa del amor y la consciencia sean la resistencia.


La montaña sobre la tierra.

No vayas a ninguna parte.

No hagas. 

Solo contempla la imagen.


Del aquietamiento y la altura del espíritu, de la receptividad y la confianza en el Poder,

De la capacidad de ceder, de la no intervención en el proceso nace el permiso para que todo se desintegre por completo. 


"El noble observa con cuidado el cambio entre mengua e incremento, entre plenitud y vacío; pues ese es el curso del Cielo".


Todo resurge al fin transformado.


Reflexiones sobre el Hexagrama 23, "La desintegración", "descortezar", "separar".

lunes, 6 de noviembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 62, La preponderancia de lo pequeño, Disminuir lo excesivo.

 Los truenos caen estruendosamente sobre la montaña.

La fuerte tormenta se anuncia ya.

La Gran Ave voladora trae un mensaje: “No es bueno ahora aspirar hacia lo alto, es bueno permanecer abajo.”.


Un trovador andariego ya nos había exhortado a volar bajo, ya que abajo está la verdad.


Tiempos en los que el cultivo de todo nuestro aspecto Yin es salvador. Propiciar la relación con lo insignificante, lo blando, lo dócil, lo que es capaz de ceder, aporta ventura.


Todo afuera es movimiento y agitación. El mundo se enloquece y se embarca en infinidad de disputas y locuras sin nombre.


En tu interior, el aquietamiento sólido y portentoso como el de la montaña es la actitud correcta para atravesar el momento.


Dulcificar el carácter, aflojar los músculos de la cara y la frente, ablandar la mirada, centrarse en lo pequeño de la vida común, dar preponderancia a lo que podemos empezar y terminar. 

Ordenar nuestra ínfima economía,

Acomodar los asuntos familiares,

Disminuir las tareas del día a día, los tiempos, la importancia personal y la urgencia de las cosas.


Venerar a este Gran Misterio y sus mutaciones forja nuestra verdadera personalidad, porque quien venera lo que no puede comprender cabalmente debilita su falso Yo y abre las puertas a lo Divino que vive entre lo perecedero de nuestro pequeño ser.


Sobrepasar la pequeña escala en tiempos oscuros trae desventura y caída, como el pajarito que tiene alas pero aún no sabe volar, o el viento es demasiado fuerte para su pequeñez.


Mientras los hombres se embarcan en alocadas aventuras y delirantes empresas el noble se comporta austeramente, parece mezquino, escrupuloso por demás, centrado y enfocado en nimiedades.


Sabe que ahora el éxito está en lo pequeño. Este es el tiempo propicio de lo que aparenta ser inferior.

Nada es rectilíneo.

Leer bien los tiempos y actuar interna y externamente acorde a ellos no es desviarte de tu Camino, sino el método correcto y más eficaz para continuar tus pasos en él.

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Susurros del I Ching, hex. 62, La preponderancia de lo pequeño, Disminuir lo excesivo.

jueves, 26 de octubre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 43, Kuai, El desbordamiento, la Resolución, Irrumpir, Decidir, Decretar.

 Antes de realizar la ofrenda sagrada, me arreglaré con mi hermano.

Antes de planificar minuciosamente cómo cambiar el mundo, modificaré drásticamente las cosas en mi interior.

Antes de participar de rituales exóticos intentaré pescar el meollo del asunto.


Lo fuerte avanza decididamente contra lo débil. La sustancia contra lo insustancial.


Todo el Camino es una lucha por la comprensión de qué es esencial y qué accesorio, cuál el centro y cuál la periferia.


La impecabilidad energética así lo exige.


Cuando las cosas no funcionan, mirar para adentro. Toda resolución ejercida con fuerza ha de darse primero en el fuero interno para que luego se coagule en el mundo exterior.


Este modo honesto de proceder lleva en su núcleo la fuerza, el poder y la creación de algo nuevo.


El desbordamiento de lo bueno expulsa lo malo. Un enérgico progreso en el sentido del bien es el modo de derrotar la oscuridad en nosotros. Y estaremos demasiado ocupados para mirar la de los demás.


Nada que no responda a este modelo podrá prevalecer. En la vía de la naturaleza las circunstancias primero maduran y cambian de signo en sus adentros, y luego se manifiestan en el afuera con todo su poder.

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Susurros del I Ching, hex. 43, Kuai, El desbordamiento, la Resolución, Irrumpir, Decidir, Decretar.

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Susurros del I Ching, hex. 17, El Seguimiento, conformarse.

 El fuerte se pone por debajo del débil,

El maestro sirve al discípulo,

La mente se hace a un lado para seguir al corazón,

La hembra con su quietud vence al macho.

Cuando un país pequeño quiere recibir beneficios del grande debe ponerse a su servicio. El poderoso, si pretende una adhesión de corazón, debe atender sus intereses noblemente. Así ambos consiguen lo que buscan de buena manera para el bienestar de sus pueblos.


Este es el modelo del más perfecto logro de adhesión. 

Lleva en su núcleo la verdadera evolución.


La coacción no consigue corazones. La fuerza solo obtiene cuerpos y recursos materiales. Nada que siga ese camino puede prevalecer. Su fin tiene un tiempo previsto. 


Quien avanza en un sentido claro llevado por el movimiento de su interior lo hace de manera alegre y serena. Así son las personas profundas y cuyo Camino consecuente genera atracción y seguimiento.


No se agita por ser seguido en sus causas. La gente pone la vista en él y decide ir de conformidad tras sus pasos. Llega el crepúsculo, y simplemente se recoge para el recreo y el descanso.


Del mismo modo, no se dispone a seguir a nadie que no se maneje mediante estas pautas de humilde liderazgo.


Son claves de la conducta perfecta. Son claves de la gestión impecable del flujo de energía.


Abajarse atrae y eleva. Vaciar permite el llenado. Decir un honesto sí al que te critica lo hace bajar la guardia y cambiar de perspectiva. Seguir el propio Camino con corazón convoca compañeros y amigos.

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 Susurros del I Ching, hex. 17, El Seguimiento, conformarse.

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viernes, 6 de octubre de 2023

Hex 32

 Cuando el movimiento surge desde una honda suavidad interior será siempre duradero y bañado de una penetrante coherencia. Así jamás sufrirá una brusca detención o desvío.


Fija claramente tu rumbo, ¿tienes acaso claro adónde ir?


Desde tu corazón brota un viento suave dorado que sopla y moviliza todas tus acciones como una obra en perfecto orden y unidad, dirigidas por un secreto hilo conductor que otorga coherencia a todo eso que desde el punto de vista de un observador distraído parecería caos.


El camino correcto se abre desde adentro con esa penetración elocuente que impone tu sello propio a toda tu obra.


Se suave. No permitas que el movimiento de las cosas exteriores te transforme en huracán.

No se detenga tu caminar, la duración de las cosas es un principio, un final y volver a nacer. Todo lo que surgió y nació  alguna vez, existe aún transformado.


Somos la eternidad, somos el Cielo. Nuestro viento interior es una fuerza que no puede disiparse si tiene un rumbo claro.


Toda la memoria del universo esta impresa en nosotros. Todo está sujeto a las leyes perennes del movimiento y la vibración. Nuestro rumbo es firme si permitimos que Eso perenne no se detenga jamás. 


No pongas tu mente aquí. No seas ahora quieto o inquieto. Rígido o flexible, ruidoso o silencioso. No elijas esto o aquello. Si hay mente hay detención e incredulidad. 

Suspende la incredulidad. Permite que el Gran Misterio actúe en paz.

Deja a un lado la inquietud interior. Si afuera hay truenos, escucha en tu interior el silbo suave de la brisa dorada que mueve tus células, tu inspiración y exhalación, tu sístole y diástole, tu digestión. No existe nada que cese de moverse en ninguno de los vastos rincones de universo.


Eso es lo eterno. No nos detengamos jamás. La órbita inmensa de las galaxias, las estrellas, los planetas y sus lunas, los diez mil seres de la tierra, el aire y el agua, nuestra respiración, cada una de las células que conforman nuestra existencia. Todo se mueve desde el tiempo inicial con una coherencia y unidad pasmosas.


Imprime esa misma unidad a tu carácter. Quien no confiere duración y firmeza a su carácter la realidad lo cubrirá de vergüenza y humillación. Unifica tu personalidad. Permanece siempre atento dando los pasos bajo una perseverante alineación con la conciencia del Camino.

No habrá falla.


Jbv, susurros del I Ching, hex. 32.

Susurros del I Ching, hex. 27, Las comisuras de la boca, Aquello de lo que te nutres.

 “No es lo que entra por la boca lo que hace impuro al hombre, sino todo aquello que sale de su corazón a través de sus labios”.


Es importante la alimentación del cuerpo, si.

Es de sumo valor aquello con lo cual nutrís tu mente y tu espíritu. Si.


Pero existen personas que se consideran a sí mismas superiores moralmente o más conscientes (sea lo que sea eso) por comer tal o cuáles alimentos, o por abstenerse de tales o cuales alimentos.


Se creen espiritualmente elevadas por sobre los demás ya que consumen determinados estudios, lecturas o prácticas.


Y el sólo hecho de sentirse íntimamente más que otros es el síntoma cabal de la impureza que cargan en su corazón.


Palabras llenas de juicio,

Dedos señaladores,

Necesidad rabiosa de convencer a otros.


Nada externo puede quitarte la podredumbre del espíritu, esa que milita su propia egomanía, que se erige como jueza de la conciencia y luz del mundo.


Internamente un movimiento profundo, externamente la quietud, la calma y el silencio de la montaña. Y la potente seguridad de ser quien se es sin necesidad de predicar ni convencer a nadie de nada.


¿De qué nutres tu espíritu y tu cuerpo?

¿Sos nutritivo para los demás?


Lo que entra por la boca es importante,

Lo que sale de la boca es fundamental para conocer un alma, ya que de la abundancia del corazón hablan los labios.

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Susurros del I Ching, hex. 27, Las comisuras de la boca, Aquello de lo que te nutres.

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Susurros del I Ching, hex. 26, Fuerza domesticadora de lo Grande, Retener, Reservar, Imponer Dirección.

 La vida es una acumulación de energía y su correcta gestión.

No siempre es el momento indicado de liberar las fuerzas que has cultivado.


Todo lo que has aprendido, todo el trabajo interno que puedas haber desarrollado, tiene un instante perfecto de manifestación. 

Es la respuesta que el hijo del carpintero dio a su madre en aquellas bodas famosas: “mi hora no ha llegado todavía”.

Madurez, sabiduría, es saber refrenarse y reservarse hasta el instante correcto. Ni antes ni después.


No pretendas siempre mostrar tu gran virtud. A veces si, a veces no.


Cuando ese arte se domina es tiempo de no comer en casa y de cruzar las grandes aguas.

Es el tiempo del héroe que ya está listo para su misión y cumplir con su destino.


Mediante el aquietamiento y la suave contención del poder personal las fuerzas del carácter se acrecientan y renuevan a diario.


Como el caminante que de pronto llega al pie de una montaña, deberá medir muy bien sus energías y decidir la hora adecuada para la ascensión. Más le valdrá detenerse, prender un fuego, comer, beber y descansar.


Un hacer y un no hacer, según indique la orientación del momento y la cantidad y calidad de fuerza cultivada. Es el misterioso secreto del Wu Wei, aquella magia de quien sabe leer la situación global de balance y desbalance y es capaz de intervenir o apartarse según la armonía general del concierto lo requiera y no su capricho personal.


Un carácter semejante es capaz de gestionar cualquier situación y de propiciar toda acción que fomente la vida.


Quien poseyendo gran fuerza interior es capaz de aquietarse es como un imán. Como una montaña llena de poder que atrae a todos los seres a vivir en ella.


Susurros del I Ching, hex. 26, Fuerza domesticadora de lo Grande, Retener, Reservar, Imponer Dirección.

Susurros del I Ching, hex. 22.

 A veces es necesaria la gracia, ataviar, ornamentar, dar importancia a la forma. No mucho, un poco nomás, lo mínimo necesario.


Lo apasionado, lo enérgico, intrépido, directo y esencial a veces escapa a quien no es capaz aún de verlo y termina por perderse en el vacío de lo inasible.


El acto curativo muchas veces debe tomar una forma graciosa, vehículo de la esencia, para que la persona  pueda comprender. A veces no basta la sola toma de consciencia.


El juego es distractivo, de atrapar la atención. Una vez cogido el pez, olvídate de la red.


Es un fuego que proviene de las profundidades de la montaña, una claridad que aparece entre los abismos de la quietud, de la suspensión de la incredulidad y del cese del diálogo interior.


Cuando la forma agraciada se vuelve lo importante, todo se ha perdido. 

Cuando la convertimos en mero continente de lo esencial, todo se logra aunque parezca pequeño el éxito.


Cuando el sabio brujo conoce que a veces necesitamos la experiencia, cuando menos simbólica, del contenido de nuestro inconsciente, el meollo del asunto se capta y todo se hace luminoso, libre, tranquilamente, en un instante mágico de poder personal.


Susurros del I Ching, hex. 22.


jueves, 5 de octubre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 18, Ku, El trabajo en lo echado a perder, Veneno, Hechizar.

 Parece un guiso viejo en una olla en la que proliferan gusanos. Despide ya un olor nauseabundo.


¿No ves que todo está estancado, que ese Camino y esos modos no conducen a ninguna parte?


Tu Tradicional forma es un veneno para lo que busca nacer. Lo ves, pero parece un hechizo del que no podés escapar.


Ideas rancias,

Reacciones decadentes,

Miedos inculcados,

Juicios ajenos,

Prejuicios instalados,

El respeto a viejos pactos en los que no has participado.

Convicciones que son cárceles de las que hay que salir de inmediato. 

Todo está echado a perder.

Atravesar las aguas valientemente, purificarse, limpiar la olla y pasar al otro lado del río.


Animarse a cambiar, a desidentificarse del personaje fantástico, fuera de época y ya desgastado que has estado interpretando hasta ahora.


Mudar es el desenlace natural de todo fenómeno que llega a un punto culminante.

Que a cada término siga un nuevo comienzo, he ahí el Curso del Cielo.


¡Cómo sacude eso a los que nos rodean, a la vez que fortalece nuestro espíritu!

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Susurros del I Ching, hex. 18, Ku, El trabajo en lo echado a perder, Veneno, Hechizar.

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Al I Ching

 Al i ching


Tres pequeñas llaves

Para abrir la puerta

De todos tus misterios.


Tres luces y tres sombras

Te guían por el camino.


Montañas

Lagos

Fuegos

Vientos

Cielos

Aguas

Tierras

Truenos


Entreverados en el aire danzan una respuesta.


La llave en tus manos.

Múltiples pasos inciertos

Ensayan destinos.


Jbv, humilde aspirante a Chün Tzu.

miércoles, 4 de octubre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 7, "El ejército".

 Todas esas aguas subterráneas que corren en nuestras honduras son sumamente poderosas y pueden ser realmente peligrosas. No habrá falla si son conducidas y orientadas con perseverancia por una conciencia firme y clara.


La Conciencia es el gran general de las Fuerzas. Ésta debe ser quien convoque, ordene y guíe toda esa energía disponible. 


Sin conductor, ese poder puede arrasar con todo, como una montonera desatada sin su caudillo y destruir hasta la propia comarca.


¡No reprimir, eso es humillante; conducir!


Si la Conciencia está al mando, las poderosas fuerzas que contienen nuestras emociones pueden ser orientadas hacia lo que es creativo y vitalizante. No hacia el decadente final de una persona arrasada por su vergonzosa e infantil emocionalidad.


Acrecienta tu conciencia, integra y observa ordenadamente tus emociones. Son una masa de fuerza disponible que suele marchar a guerras absurdas, innecesarias, generalmente sin conducción. 


Sun Tzu, el gran general Taoísta afirmaba que la guerra es una cosa de absoluta y extrema gravedad, y que sólo puede ser iniciada en un caso de total y definitiva importancia y con un mando preclaro.


Lao Tsé aseguró que las armas son instrumentos nefastos, que sólo deben ser usadas a no poder más, por la persona idónea. 


Esa persona, y esas armas, y esa guerra, vive en nosotros también. Y hemos de nombrar general de esas tropas a nuestra propia conciencia ampliada, clara, firme, madura y disciplinada.


Sino, acaso el ejército conduzca cadáveres en el carruaje. ¡Desventura!


"Un ejército ha de partir en perfecto orden. Cuando no es bueno el orden, amenaza la desventura."


Una ira sin conductor puede implosionar como una enfermedad mortal o una adicción, o arrasar el  afuera vincular como un incendio forestal. Esa misma fuerza, conducida por una conciencia acrecentada puede transmutarse alquímicamente en una entrega de amor total.


Una vieja angustia contenida puede matarte, o transmutada por la conciencia puede regenerarse en amor hacia todos.


Un miedo persistente puede destruirte el cuerpo hasta matarte o invalidarte. O pueden utilizarse esas tropas para otros, para ser un refugio seguro para los demás.


El Amor es el océano al que todas las emociones transmutadas alquímicamente deben llegar, como todos los arroyos salvajes son amansados finalmente por el mar.


Bajo la Tierra, los Abismos, las Aguas y mil corrientes capaces de destrucción y salvación.


¡Acrecienta tu conciencia! Tu mente clara, firme, al mando. La Fuerza creadora es la Victoria definitiva.


Susurros del  I Ching, hex. 7, "El ejército".


Dibujo Jbv, birome sobre papel.

martes, 19 de septiembre de 2023

Susurros del I Ching, hex. 31 Hsien, El influjo

 Tomando las cosas y las personas a la fuerza no conquistarás nunca su amor.

No violentes, no prediques, no convenzas, no misiones, no toques puertas.


Una firme y honda quietud se manifiesta en una serena alegría exterior que no empuja ni tironea ni se excede.


Abajarse es la regla de oro, la llave de un verdadero influjo sobre las conciencias.


Una boca que habla maravillas puede conquistar las mentes.

Un brazo fuerte dominar los cuerpos.

Una actitud receptiva y servicial disuelve las murallas y se gana un corazón.


No tomar por asalto las personas, no buscar anexiones forzadas.

El todo se unifica por el vacío, nunca por lo lleno.

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Susurros del I Ching, hex. 31 Hsien, El influjo, Todos, Todo el mundo, Unir, Atracción Mutua.

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viernes, 4 de agosto de 2023

Hoy

 Hoy ceder en algo

Hoy hacer un silencio

Hoy contener abrazando sin aconsejar ni decir

Hoy actuar desde la completa amorosidad en cada gesto

Hoy estar abierta a la idea y acción del otro

Hoy responder con amabilidad a una grosería 

Hoy transformar desde la quietud

Hoy hacer brotar la simiente que otro sembró

Hoy acompañar aún sin comprender

Hoy no estar de acuerdo y decir sí

Hoy obtener logro sin enfrentar

Hoy no saber

Hoy ser más río que montaña

Hoy amar más y tener menos razón 

Hoy nutrir a otro

Hoy estar a disposición

Hoy ser receptiva a los influjos del otro

Hoy dar lugar a lo distinto

Hoy aplacar al macho yang en cada acción 

Hoy cultivar la hembra Yin.

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domingo, 30 de julio de 2023

Susurros del I Ching, hex. 64, Wei Chi, Antes de la Consumación

 Quien tiene el mismo cuidado al final que al principio podrá consumar venturosamente los asuntos que emprenda.


No dar por segura ninguna situación, ninguna cosa, ni por garantizada ninguna relación.


Cuidar con atención. 

Pisar con cautela. El hielo que cubre el río es delgado y puede romperse teniendo la otra orilla a un solo paso de distancia.


A veces todas las cosas están dispuestas para el logro, pero un insondable misterio lo impide todavía.

Cuando el asunto está por concluirse con felicidad, desde las sombras se malogra.

No es aún el momento.


La paciencia y la atención se encuentran entre las más altas virtudes a cultivar.


Mientras dura el tiempo en que las cosas terminan por consumarse es propicio profundizar el trabajo interno. Llevamos adentro una enorme barbarie que debemos conmover y transformar antes de la realización.


Todo lo que aparenta ser un desorden lleva en su núcleo un orden perfecto.

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Susurros del I Ching, hex. 64, Wei Chi, Antes de la Consumación, Todavía no atravesar la corriente, todavía no puede ser llevado a buen fin.

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miércoles, 19 de julio de 2023

Susurros del I Ching, hex. 53, Chien, La evolución, desembocar, mojar, influir, desarrollo gradual.

 Sobre la montaña el pequeño brote a su tiempo es árbol.

El Viento lleva una voz muy antigua hasta los confines del valle.

Y todos los seres escuchan, todos evolucionan paulatinamente cumpliendo su ciclo natural.


Hay alguien ahí extraviado, disonante, absorto, con la pulsión imposible de escapar del Uno. Lleva, pobre, una mente a cuestas.

¡Ay! Si pudiera acallarla, descubriría que el Camino está justo bajo la planta de sus pies.


El río tiene dos puntas. Una viene del origen, la otra va hacia la disolución.


Desembocar es la no-tarea a la que no-dedicaría mis horas si poseyera tan sólo un gramo de sabiduría.

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jueves, 13 de julio de 2023

La fuente

 



Volver al recuerdo de la unidad de todas las cosas es ir a beber agua fresca directamente de la vertiente.


Distraerse en el camino con manjares y músicas extrañas es perder el rumbo.


Cosas buenas hay que nos alimentan y sostienen en el viaje, de esas me valgo para nunca olvidar.


Demorarse en el dualismo es una amnesia temporal, que puede ser permanente. Y es humano, demasiado humano ese olvido.


Dolor y felicidad. Y hay un punto exacto en que el Camino se gana o se pierde.


Con el vaso vacío la garganta anhela el agua viva de la fuente. Es solo mantener un paso detrás del otro. Sentarse a la sombra un rato si hace falta, comer y beber sin preocuparse, y seguir andando.

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sábado, 8 de julio de 2023

Susurros del I Ching, hex. 60, Chieh, La restricción, Moderar, Nudo.

 No se debe ejercer con persistencia una restricción muy amarga.


Ponerle freno a nuestra estupidez y a nuestra brutalidad es realmente urgente.


Pero la persona que vive imponiéndose estrictas normas de conducta se vuelve inflexible, severa y amarga.


Moderar con templanza el ansia del bueno, del santo, la orgullosa superioridad moral del siempre perfecto.


Algunos límites internos son necesarios para moldear y superar ciertos asuntos. 

Y levantarse a vivir.

Es un juego de abrir y cerrar con flexibilidad y sabiduría silenciosa.


Pero la restricción como meta y sistema produce un agotamiento y un estancamiento del Qi y un particular gesto estreñido en la expresión.


Liberar la energía, no perder la oportunidad de salir por la puerta de la vida cuando ésta se abre. 

Mirar para adentro y descubrir honestamente cuál es nuestro aporte al caos que reina en el mundo.

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Susurros del I Ching, hex. 60, Chieh, La restricción, Moderar, Nudo.

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viernes, 16 de junio de 2023

Beber de la fuente inagotable

 El amor es más importante que la explicación,

Servir es mejor que tener razón,

Devolver bien por mal es más eficaz que la guerra,

Experimentar es más fructífero que entender.


Dar testimonio simplemente siendo es la potente pedagogía de quien le importa un pito instruir a nadie.


Sin doctrina se está más cerca de la vida,

El dios que es celoso no abarca la totalidad.


Cuando me siento y no me asaltan ideas sobre esto o aquello bebo de una fuente inagotable.

Cuando analizo y tomo decisiones, el agua ya no es tan pura y el arroyo se vuelve demasiado sinuoso.

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lunes, 12 de junio de 2023

Susurros del I Ching, hex. 41 Sun, La merma, Disminuir, Decrecer, Humillar, Lesionar, Dañar.

 Cuando algo crece, indefectiblemente otra cosa decrece.


Es el drama de cualquier decisión que se nos presenta.


Cuando lo superior tiene mucho, necesariamente lo inferior tiene poco.

Para que lo inferior aumente, es preciso que lo superior sufra una merma.


Cuando a esta realidad se le pone conciencia, puede uno actuar teniendo las precauciones del caso.

Siendo realmente veraz con uno mismo, en la práctica puede uno obtener un equilibrio adecuado.


Toda elección implica una renuncia, una pérdida y una ganancia. 

Jamás perder el foco de porqué uno hace lo que hace, y cuidar que el contenido no se vea disminuido por querer exaltar la forma.


Al verse uno en situación de disminución, mantener la sencillez es lo propicio. Y por más humilde que sea lo que uno tenga para ofrendar será esto lo correcto.


¡Nada de pasiones desatadas ni caprichos ni frustración por no poder ya!

Es un tiempo y todo pasa.

Si aumento allá obligadamente he de sacar de acá.

Meditar sobre esto con una honda serenidad interior.


Disminuir algo para acrecentar otra cosa es un acto que ha de ser en plena conciencia. 

Disminuir también la arrogancia, la ambición, la emotividad y la reacción para aumentar la libertad de movimiento.


No perder el objetivo profundo de nuestras acciones. En el núcleo de una merma se gesta el retorno.

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Susurros del I Ching, hex. 41 Sun, La merma, Disminuir, Decrecer, Humillar, Lesionar, Dañar.

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miércoles, 7 de junio de 2023

Susurros del I Ching, Cielo sobre Viento mutando a Cielo sobre Tierra.

 Manteniendo la suavidad y el movimiento en el fuero interno se logra el poder hacedor en lo externo.


Tiempo de creatividad y expansión que requiere de la flexibilidad y fluidez interna del elemento madera, de toda la capacidad de penetración y comunicación.


Mantenerse internamente como una suave brisa y no un ventarrón agitado e impredecible. Disolver los temores e impedimentos como el viento barre las nubes dejando despejado el claro cielo de la conciencia.


Persistencia y un suave movimiento sutil del espíritu.

Toda esta disposición se verá reflejada en una externa manifestación de poder personal y de creación de cosas nuevas, lazos nuevos, proyectos nuevos.


Poco a poco uno se va abriendo a las posibilidades y volviéndose interiormente receptivo a todo lo que ofrece esta nueva situación.


Lo que uno sembró afuera comienza a dar frutos en el campo abierto y fértil del propio espíritu.


A más quietud interna, más poder creativo en lo externo que se manifiesta como una suave penetración de tu energía y tus acciones en el mundo.


El tiempo es de un gran poder. La disposición interna ha de tender a ser suave, flexible, penetrante, y cada vez más receptiva y abierta para encontrarse a gusto entre los asuntos mundo.

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Susurros del I Ching, Cielo sobre Viento mutando a Cielo sobre Tierra.

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Susurros del I Ching, hex 29 El abismo. El agua, precipitarse dentro de algo.

 Ante el peligro no existe otro reducto seguro que la verdad interior que se aloja en tu corazón.


Esa honda intuición que clama desde lo profundo, que te visita cuando has barrido toda la acumulación de polvo, basura, fantasías y ruido mental.


El agua es capaz de avanzar por todos los abismos permaneciendo fiel a su esencia única, a su propia naturaleza.


Si eres veraz, tendrás logro en tu corazón, y lo que hicieres tendrá éxito.


Observa meticulosamente tu conducta, acéchate como el más despiadado cazador a sus presas. Que esa sea tu mayor enseñanza.


Ilumina el peligro con tu llama interna,

No sea que caigas en un hoyo ya estando adentro de tus abismos más profundos.


Cede todo. Jamás cedas el poder.


Susurros del I Ching, hex 29 El abismo. El agua, precipitarse dentro de algo.



viernes, 2 de junio de 2023

Susurros del I Ching, hex. 62 Hsiao Kuo, La preponderancia de lo pequeño. Cuando lo pequeño se sobrepasa.

 Trueno sobre la montaña,

En la cumbre hay movimiento.


Los pequeños han de quedarse abajo, no pueden aspirar a grandes cosas.


Es tiempo de modestas acciones cercanas, de que las avecillas que picotean la tierra no intenten vuelos ambiciosos.


El sabio oye el canto de los pájaros y comprende su lugar entre las contradicciones del mundo, se ubica adecuadamente en la correlación de fuerzas y se ocupa sólo de pequeñeces.


Leer correctamente el tiempo presente. Medir el poder y evaluar concienzudamente hasta dónde es posible avanzar sin excederse.


Es momento de lo pequeño. De retirarse al interior y venerar lo austero y frugal en la conducta.

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Susurros del I Ching, hex. 62 Hsiao Kuo, La preponderancia de lo pequeño. Cuando lo pequeño se sobrepasa.

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miércoles, 31 de mayo de 2023

☯️

 Lejos de los caminos trillados encontré la piedra que había dejado de buscar.


En el abrazo de aquellos que nunca me vieron pude verme a mí mismo.


En quien desconfía, mi propia confianza,

En quien sospecha,

Mi única certeza.


Contemplé mi verdad en todas las mentiras que me había contado

Y supe que no hay sueño mejor que una sencilla vigilia despierta.


Ir desatado del mundo cada vez más simple, despreocupado y tranquilo

Y aceptando que todo llegue, se quede el tiempo que necesite para completar su ciclo y continúe su viaje.


Y yo sigo el mío, que nunca conduce a ninguna parte.


No sigas nunca los rastros que dejo con mi pluma en estos absurdos papeles,

No sigas nunca mis huellas desorientadas,

Más bien oye ese eco perdido que llevo en el alma buscándolo a Dios.

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martes, 30 de mayo de 2023

Susurros del I Ching, hex. 5 Hsü, La Espera, Los gastos necesarios, requerir, estar detenido por la lluvia. .

 Hay quien sabe ser paciente con los largos procesos de la vida.

A otros les cuesta aprender a ser pacientes con las personas.


Nadie se enfurece con una barca vacía que choca contra las otras o que queda inerte en medio del río. Todos lo hacen si en la barca va alguien a bordo. Lo llenan de improperios.


Algunas cosas no dependen de nosotros. Las nubes se forman en el cielo pero aún no llega la lluvia.


La Espera es un proceso activo en el que fuerzas enormes operan sin que uno intervenga.

Uno solamente ha de dedicarse a reunir el poder necesario para evitar toda inquietud y ansia de actuar.


Los procesos de los otros tienen su tiempo.

Los procesos propios tuvieron el suyo.

Ocuparse en comer y beber, mantenerse sereno, alegre y de bien humor en la Espera es el sello distintivo del alma sabia y del maestro perfecto.

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Susurros del I Ching, hex. 5 Hsü, La Espera, Los gastos necesarios, requerir, estar detenido por la lluvia.

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Susurros del I Ching, hex. 3 Chun, La dificultad inicial, Difícil, Penoso.

 Los opuestos se unen y amanece la conciencia.


Qué duro es verse integrado por ángeles y demonios,

Por gloria y humillación,

Por noblezas y miserias,

Por dinamismo y quietud,

Por fuerza y debilidades.


Si no hay fusión de los contrarios no existe conciencia. Donde todo es esto o aquello no está hecho aún el trabajo. Lo unilateral no es conforme al Camino.


Lo primero que uno vislumbra es que nadie puede solo, que necesitamos siempre a los demás. Y que no es necesario hacer ni emprender nada más que ser como uno mismo es y vivir la vida tal cual esta es.


La Conciencia es un brote frágil del que no debe tironearse para que crezca. Cualquier avance forzado puede echarlo todo a perder.

Solo es preciso quitar todo obstáculo al crecimiento, descartar todo aquello que no somos nosotros.


Desconocerse es la primera sorpresa de la unión de los opuestos. Deja de apurar las cosas, ¡Ya mismo!

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Susurros del I Ching, hex. 3 Chun, La dificultad inicial, Difícil, Penoso.

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viernes, 26 de mayo de 2023

Susurros del I Ching, hex. 64 Wei Chi, Antes de la Consumación, Todavía no está completo.

 Nada jamás se completa,

Ese es un gran secreto…


Cuando creías ya en el viejo zorro sabio,

El hielo del río congelado se rompe y aquél se moja la cola y queda cubierto de vergüenza y humillación.


Cuando algo aparenta consumarse, lo que se ha agotado es el yang, el aspecto masculino de la cuestión.

La disposición del yin, del aspecto femenino es permanente y abierto a todo cambio.


Por eso el cultivo del yin es la más alta tarea, y si poseyera un gramo de sabiduría dedicaría cada una de mis horas a ese menester.

Cultivar el yin es aventurarse a un vacío que no tiene fin ni es posible colmar.


Quien se sostiene en el yang y adquiere una autoimagen de realización, de algo consumado, tendrá desventura y arrepentimiento.


La suavidad de la seda,

La flexibilidad del bambú.

Nada termina nunca.

Todo conserva siempre una vuelta más.

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Susurros del I Ching, hex. 64 Wei Chi, Antes de la Consumación, Todavía no está completo.

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lunes, 8 de mayo de 2023

Susurros del I Ching, hex. 44 Kou, Ir al Encuentro, La Complacencia. .

 Hay que estar vigilando el interior. Con manifiesto poder enraizado en un hondo silencio.  Y un comportamiento sereno, tranquilo, suave como brisa de otoño.


No volverse muy loco. Quien tiene claridad sobre sí no va al encuentro de los visitantes. Sin llamar a nadie, todos acuden a él.


En el mundo los logros no se sostienen mucho tiempo. Las insinuaciones maliciosas distraen al guerrero y lo hacen ser complaciente con aquello que le restará el poder finalmente.


Pasar, amablemente, con cierta gracia, sin desviarse nunca del camino. Y que ni parezca que uno tiene un camino y una tarea que cumplir. 

Las bellas vistas y los ricos manjares distraen al caminante. El sabio no se aparta de la caravana por más tentaciones que se le presenten.

Tiene un destino, una misión sencilla. 


Observar, observar y observar.

Percibir, percibir y percibir.


Qué poderosamente creativa es la silente atención del que no se separa jamás de su senda; sin rigidez, sin forzar, con una suave y mansa interioridad.

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Susurros del I Ching, hex. 44 Kou, Ir al Encuentro, La Complacencia.

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jueves, 2 de febrero de 2023

Volver a la orilla


 

Cuando analicé en demasía las cosas se me escapó la bella y simple melodía que estaba sonando.


Cuando hablé de más me quedé sin palabras.


Si hallo falta en mí ingreso presto a la caverna a callar hondamente.

Cuando hallo falta en el otro vuelvo a mirar las mías.


Casi siempre está en posponerme la respuesta más acertada a mi sentir: una reacción, un juicio, una intervención inútil, una palabra.

Ya no peleo más que conmigo mismo, y así el mundo se ve libre de mi torpeza. 

Me doy cuenta que no estoy en paz cuando me sorprendo queriendo convencer o educar a alguien.


Contemplar es recibir. Y sin embargo, la contemplativa, es una mirada gratuita de la vida, donde no se obtiene nada útil para este mundo a cambio.

No deseo ya encontrar los grandes significados, 

Me seducen la presencia, el camino con corazón y el conocimiento silencioso que jamás podré pronunciar.


Cuando me evado, las olas del Gran Río marrón me devuelven a la orilla a hacer pie sobre la tierra.

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No arruinar la naturaleza original

 


Domesticar un animal,

Del monte hacer un jardín,

Del barro formar vasijas,

Del tronco hacer muebles,

De un niño hacer un ciudadano,

Del silencio hacer música,

Sobre el blanco plasmar un cuadro,


Son todas maneras de arruinar la naturaleza original.


Si hay cortesía no hay confianza,

Si hay leyes no hay orden,

Si hay caridad no hay armonía,

Si hay bondad no hay amor,

Si hay esfuerzo no hay disciplina,

Si hay inquietud no hay presencia,

Si hay trabajo no hay abundancia.


Los modos de alejarse del Gran Camino son infinitos,

Y el Gran Camino se oculta a quien a fuerza de artificios intenta regresar a su estado original a través de él.


Quien ya no lo busca y se entrega solo al amor, ya ha llegado.

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Ambiciones

 


Mis ambiciones son realmente modestas:

Ser capaz de hacer un silencio tan hondo que conmueva los cimientos de quien se acerque,

Estar tan vacío que al echar dentro mío lo que quieran, jamás llegue a colmarme,

Que mi energía infinita no se agote jamás,

Sentarme a escuchar las lecciones del gran río durante horas, centurias, sin tener otra cosa que hacer.


El misterio que significa para mí el gusto de los hombres por los alocados asuntos de esta civilización me dispone a una permanente observación de mí mismo y del porqué de mi absoluto desinterés.


Pocas cosas me seducen como un encuentro profundo,

Una conversación durante una larga caminata,

Un viaje al interior,

El olor de un caballo transpirado luego de largas sendas,

Hacer mi tarea ofreciendo lo mejor de mí a quien acuda a mi puerta.


Desasido de cualquier técnica, oyendo a los dioses que habitan las plantas y navegando entre la sombra que me inunda en la confrontación, callo; el más abismal callar.


Entre el desconcierto y la certeza, la desintegración y la reconstrucción, el amor y el odio, mis dragones cimarrones y yo vamos cabalgando el camino que queremos andar, paso a paso, sin darle tampoco demasiada importancia.

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Un niño solo frente al vasto río

 


La realidad última y dramática, y a la vez profundamente liberadora es que no existe punto fijo, ningún atracadero. Ninguna morada segura que nos conduzca a casa.


Mil libros, mil sistemas, mil maestros de lo externo y nadie viendo-se. 

Si el despertar fuera cuestión de ponerse a hacer-algo, miles de personas disciplinadas estarían despiertas. 


Ante esto me dispongo a un hondo silencio. 

Y a una liberación total de cualquier anhelo de encontrar algo que no esté ya acá.


Quien es maniáticamente puntilloso en lo externo evade el conflicto último que siempre está en el interior.


No es lo que comes o dejas de comer.

No es el último método terapéutico proveniente de algún prestigioso país o el descubrimiento de la más antigua y pura tradición de no sé qué montaña santa.

Ni las horas de meditación, de ayuno o de inmersión al hielo.


Un niño solo frente a la vastedad del río. Eso es todo.


La Conciencia es abandonar todo intento de manipulación, el cese de toda ansia de escapar.


El sentir honesto, aunque no encaje en los sagrados manuales, es la única guía posible para el encuentro verdadero consigo mismo.

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Susurros del I Ching, hex. 9, Hsiao Ch’u, La Fuerza domesticadora de lo pequeño, Pequeño animal doméstico. Mutando a hex. 59, Huan, Dispersión, Disolución.


 

Lo pequeño, lo oscuro, ocasiones tiene en que es capaz de refrenar cosas grandes.

Lo débil tiene el poder de horadar a lo fuerte.


La pequeña rosa domina por completo al Principito.

El zorrito exigiendo ser especial.

Un dependiente animal doméstico impide salir a hacer grandes viajes e irse muy lejos.

Un rasgo sombrío puede destruir un gran amor.

Una pequeña vileza acaba con una gran confianza.


No hay error en volver al propio camino.

No existe poder que haga llover si las nubes no ascienden al cielo.


Se suave de todos modos. Donde existe algo grande que se está viendo impedido por una pequeñez no ejerzas la rudeza.

Refinar la forma exterior de la propia naturaleza y pulirse en el ejercicio de lo cotidiano.

Y seguir así la senda personal una vez más.


Todo se disuelve. El rey vuelve a su templo, al recinto sagrado para re-ligarse con lo que es más preciado a su espíritu, y ofrenda un sacrificio diluyendo el fracaso en la Totalidad.


No era el tiempo.

No pasa nada.

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Susurros del I Ching, hex. 9, Hsiao Ch’u, La Fuerza domesticadora de lo pequeño, Pequeño animal doméstico. 

Mutando a hex. 59, Huan, Dispersión, Disolución.

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Retornar

 Retornar es el camino natural de las cosas.

Abandonar lo que retiene es liberarse.

Optimizar hasta el extremo la energía es la enseñanza del árbol, que sin moverse del lugar obtiene hasta completar su ciclo todo lo que necesita.

Actuar con lo que es calificado de debilidad es la fuerza verdadera.

Proceder por el opuesto es el desconcertante operar del Tao.


Si yo tuviera algo de sabiduría emularía al agua en su blandura,

Pasaría inadvertido como la suave brisa que todo lo penetra,

Sería útil desde mi absoluta inutilidad,

Y ocuparía mis días en no hacer nada que entorpezca ese flujo que va llevando a todas las cosas hasta su plena Consumación.

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Escribir con los pies

 


Mis textos no son de escritorio, muchísimo menos de biblioteca.

Llegan de alguna parte para marcharse de nuevo.

Son hijos de libretas instantáneas, de anotación repentina.


Están en movimiento, llenos de camino y quemados por el sol y el viento.


No quieren ser anquilosados, obesos. Son ligeros, como un biguá que pasa volando y se queda luego largos minutos en silencio sobre una piedra. Luego se lanza al agua, sale orgulloso con un pez, lo traga y vuelve a volar quién sabe dónde.


Los libros nacidos entre cuatro paredes, sentados, con la cabeza gacha sobre el papel y el estómago aprisionado por la curvatura me caen pesados, indigestos.


Escribo de prisa, con liviandad, cosas que me llegan entre largas caminatas, corridas, viajes, prolongadas sentadas a contemplar silenciosamente el río.


Ya no me seducen los libros escritos con las manos sino aquellos concebidos con los pies.


Caminar es un poco la clave de lo que nos hace humanos.

Todo lo que expresa ese movimiento, ese ir, ese estar yéndose, toca alguna fibra en mí que me une con la larguísima historia migrante de la especie.


Don Segundo Sombra fue el gran libro de mi temprana adolescencia, ese gaucho que anduvo y anduvo por mi amada llanura.

Ese que finalmente se fue, sin destino, como quien se desangra.

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Sin defenderse

 


De muchas cosas no hay que defenderse nunca si uno es inocente.

Explicarse a cada rato es agotador.

Deshacer malentendidos, alguna vez, quizás.


Uno muy grande calló ante sus condenadores y mostró un camino a la verdad.

Si ya te han sentenciado sus prejuicios, sus propios infiernos, no derroches esa energía. La necesitarás para enfrentar la ejecución.


Un estado interno de lago, hondo, alegre y sereno, y una acción exterior suave, silenciosa y penetrante como brisa primaveral en la tarde.


Trabajar en mi verdad interior como mi Hogar es la tarea a la que dedico mis días.

La verdad interior no es algo rígido e inflexible en la que uno se cierra. Es algo vivo, mutable, anguiloso, inasible, pero tan claro y poderoso que no caben dudas.

Sin forma, sin sistema, llego a ella y opera como mi sostén en la tormenta.


Si hay error, disculparse es divino. Si no, el silencio es un contrafuego eficaz.


Si yo poseyera la sabiduría del tamaño de un grano de arroz me abocaría a no responder jamás una acusación y a ofrecer mi hogar amoroso a quien guste pasar.


Hijos míos, construyan un castillo interior de honesta verdad consigo mismos, de fidelidad con lo que su corazón les dicte salvajemente. Carguen su cruz y vivan así en paz. 

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La vida como escuela

 


Nunca me agradó la escuela, y en la Escuela de la Vida pareciera ser que como escribió el oriental Cabrera “El tiempo está después”.


La visión de la Vida como Escuela obliga a estar siempre en procesos, lecciones, caminos de evolución. Mañana. Posterior. Esperando el día de la graduación que jamás llega.

¿Hasta cuándo entrar a diario a esas horribles y tediosas aulas llenas de maestras pintarrajeadas que solo enseñan cosas que a ninguno nos importaban?


¡A tomar por culo la escuela!

Me fui de las aulas a fumar al río, me hice la rata de manera permanente para prender el fuego y compartir con mis amigos y jugar un picado en el campito.


No esperes más el diploma en detrimento del presente.


Ahora mismo, ya, el proceso termina, la búsqueda cesa si te das cuenta de inmediato que no hay lecciones, sino instantes. Que se van y no vuelven más a esperarte.


Volverse completamente locos, desconocerse. El día que no entiendas nada. He ahí el diploma y los sanguchitos de la fiesta de graduación.

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Mi Cristo manco y cojo

 



En la vorágine del cambio

Atenerme a lo que no se modifica.

En lo más hondo de mi silencio abrazar lo inmutable que está detrás de todo ruido.


En la quietud más apabullante ser un muelle capaz de contener la agitación de la persona amada.


En lo que no opera activamente encuentro mi descanso. La verdad sin discurso.


Y puedo hallar lo que ya no busco, andar el camino que ya no sigo.


En las cosas que hago sin pensar

En una taza de jugo del santito y su pedagogía callada,

En las manos y piernas de mi cristo manco y cojo,

El los ojos de Meher Baba,

En la risa desvergonzada de mi maestro,

En el amor eterno y en la loca pasión inexplicable de las llamas gemelas que andan juntas la peregrinación sin destino.

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Susurros del I Ching, hex. 49, Ko, La Muda, la Revolución, Piel, Cuero, Eliminar.

 


Todo es cambiar.

La mudanza es la Gran Regla.


Para una verdadera revolución que transforme hasta los cimientos es preciso tener una honda fe en el sentido de lo que hacemos y en que la Vía del Cielo es la Vía adecuada.


Dejar la piel vieja en la tierra y no mirar atrás.

Poner en marcha una entrega total a la mutación radical de lo que tenga que ser abandonado suspendiendo por completo la incredulidad.


Hay cambios que se producen por la sola dinámica de la vida y nada más debemos dejarlos ocurrir sin oposición.

Otros, debemos promoverlos con suma energía.


Es el Arte del No-hacer.

A veces no interferir. 

Otras, hacerlo con todo.


La correcta lectura de la situación en su totalidad es la clave.

Jugar siempre para la armonía general, no para bien/mal, yo/ello, es la condición del noble que practica y se educa en el Wu Wei.


No se aprende de un libro ni se enseña en ninguna escuela.


Identificar correctamente cuándo acompañar el curso natural de las cosas sin intervención, cuándo revolucionar hasta los cimientos nuestra propia vida.

Esta es la más alta sabiduría.


En tu día encontrarás fe.

La raíz de esta capacidad se encuentra en la absoluta confianza en que por detrás de todo existe un orden interno y confiable y que saber nadar en esa corriente es la mayor estrategia.

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Susurros del I Ching, hex. 49, Ko, La Muda, la Revolución, Piel, Cuero, Eliminar.

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Reancestralizarse

 Sentir la vitalidad en pos del reencuentro con lo más esencial de la especie.

El ansia de Confort Crónico es el nuevo Nirvana. Va en contra de todo lo que somos desde hace millones de años.


Nuestro largo camino evolutivo desde que nos paramos en dos patas allá en la más honda noche del tiempo es hijo de la escasez, de la incomodidad, de la migración, de la impermanencia, de la fuerza, de la actividad física exhaustiva, de la comunión con el medio circundante y el conocimiento profundo de sus claves. 

Ese hábitat hostil, salvaje, numinoso en el que mis antepasados hallaron la voz de Eso, que quedó plasmado en las cavernas.


Comer como un cazador,

Hacer fuego,

Moverse con toda la gama de variabilidad que nuestro maravilloso diseño permite,

Exponerse al clima, al sol

Contar historias,

Vivir de día, descansar cuando cae el sol,

Curarse con plantas y recibir su conocimiento silencioso,

Soñar, plasmar los símbolos en nuestras cuevas interiores y en libretas eternas.


Vivir, vivir

Resistir salvajemente inmersos en esta civilización tecnoespacial,

La bestia vestida en la que un destello ancestral se refleja en su mirada y en su gesto.


Una voz antigua,

La voz de una especie refulgente de vida desbordante de salud que abandonó progresivamente su camino y corre rumbo a la desnaturalización acelerada.

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En el cuerpo está Dios


 

En el cuerpo está Dios, éste es su templo…

Jamás en el intelecto. Allí, en ese fango se empantanaron y ahogaron mil buscadores enterrados en datos sin alma, o murieron de sed en la aridez de ese desierto.


La experiencia del Amado se vive en las entrañas, en las células, y en algo que no puede nombrarse, quizás llamado Conciencia.


No sé que sea eso que llaman espiritualidad, sino es esto que está aquí, cuando lo cotidiano se vuelve mágico.


El padre y yo somos lo mismo.


Intentar hacer encajar esas vivencias en un dogma escrito ha matado de asfixia a más de uno, y el no poder hacerlo ha quemado en la hoguera a más de dos.


No busques detrás de un abismo celeste a Ese que es anterior a todas las cosas.


Está acá, entre los borrachines que se meten al río amanecidos fumando faso y riendo de buena gana, entre la flaca que hace el saludo al sol, en los caranchos que se disputan restos de algo, en mi cuerpo que contempla el gran río en silencio y alza al cielo el humito de la serenidad.

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Sin chistar


 


Morder el polvo,

Pagar el karma de nuestras acciones con estoicismo y aceptación.


La humildad es un don que como buen arrogante obtengo a los ponchazos.


Recibir la queja y la acusación con silenciosa templanza abandonando la defensa y la explicación.


El noble de corazón mira para adentro y se rectifica.

Y si actuó bien y está libre de culpa se refugia en los brazos del que es anterior a todas las cosas y disuelve su drama en la totalidad.


El arte del acecho se agudiza después del sufrimiento conciente. 


Observarse implacablemente.


¡Sin chistar! Todas las fechorías se pagan hoy o mañana.

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Susurros del I Ching, hex. 3, Chun, La dificultad inicial, Brotar, Iniciar, hacer crecer.

 



Cuando Cielo y Tierra interactuaron dieron origen a todas las cosas.

Allí nace el Camino orquestado de los diez mil seres, y el camino propio de cada uno.


Cada quien tiene el suyo, que nadie más puede recorrer.

Por eso no sigas otras huellas, ni otros ritmos ajenos. 

Nunca más rápido.

Nunca más lento.


Busca la ayuda de quien respete eso. Y cuando ayudes, no impongas nada. Observa y da lo que el otro necesita, no tus propias ideas.


Todo es delicado y frágil al comienzo de las cosas.

Nadie puede solo. Ningún ser en el mundo. Los fenómenos están misteriosamente atados unos con otros. 

No hay cabos sueltos en el universo. 


Las dificultades iniciales deben superarse en orden y quitando cuidadosamente los impedimentos.

Buscar ayuda es propicio siempre.

Un proyecto,

Un amor,

Un viaje,

Todas las cosas pueden ponerse difíciles al inicio. Y la independencia es la mayor falacia posmoderna.

Al Tao se lo conoce por lo que nos circunda. Los otros y las cosas son el disfraz que usa para pulular disimuladamente en el mundo.


Quietud y cuidado.

Ayuda y profunda humildad.

Orden y espera.


¡Bestia! ¡No tires de la brizna de hierba para hacerla crecer!

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Susurros del I Ching, hex. 3, Chun, La dificultad inicial, Brotar, Iniciar, hacer crecer.

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Susurros del I Ching, Viento sobre Lago a Agua sobre Lago.

 



Quien internamente permanece arraigado en una serena alegría fomenta que sus acciones se ejecuten con suavidad y alcancen penetración en todo lo circundante.


Las personas se sienten tocadas en su corazón y son invitadas como un arroyo de montaña que busca llegar a descansar al lago.


Ese gran espejo de agua recibe a todos los cauces sin distinción y se vuelve un sitio de pausa y regocijo para sus agitadas corrientes.


Mantenerse Lago, regulando el lleno y el vacío jugando con el sol, con la mansedumbre interior de quien es hondo y tranquilo.


Así, nuestro hacer moviliza el mundo con la suavidad de una brisa primaveral.

Así, nuestra palabra toca a otras conciencias como un susurro que llega en el viento.


El único peligro es ir demasiado lejos en lo externo. Pararse justo antes del abismo y no ir más allá es venturoso.


Saber detenerse cuando es suficiente.

¿Quién ata al agua?

¿Dónde encontramos la raíz del viento?

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Susurros del I Ching, Viento sobre Lago a Agua sobre Lago.

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Salamancas y caminos

 


Como peregrino sin rumbo fijo los caminos se abren entre plegarias calladas y salmos ásperos de monte, cerro, islas y llanura.


Aprendí en una endiablada Salamanca de gritos, ecos y retumbos que el Silencio Sideral es la vidala que canta el universo cuando la agitación ha cesado y la eterna discusión interior se acabó.


En Mitotes brujos de dolorosas espinas y santitos obtuve mis más hondas y liberadoras visiones, fui todo, fui nada, polvo y viento y comprendí las claves que jamás pronunciaré satisfactoriamente.


Y por eso cedo toda pretensión, abandono la idea previa, renuncio a la complejidad, la extravagancia y a amar a Toda la Humanidad para acercarme a los que amo y me aman,

Y me dispongo a servir con mis manos a todos los dolientes que acuden a mi puerta con nobleza, coraje y verdad.

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Susurros del I Ching, hex. 51, Chen: Trueno, Lo suscitativo, la Conmoción, Estremecimiento, Violenta caída del trueno.


 


Toda verdadera conmoción aparece con la violencia de un trueno.

Sacude los cimientos de la vida entera enfrentando de manera descarnada a la mente con el corazón.


Sin manual, sin librito de instrucciones, se inicia un hondo movimiento.


Un estremecimiento tal es síntoma de que estamos vivos, de una fuerza incontenible que nos impulsa a modificar cualquier estructura o punto de vista.


Un amor, una tragedia. Ofrendar todo a la totalidad de manera sagrada y en celebración.


La razón, esa pequeñísima puntita del iceberg de nuestra psiquis queda en suspensión, balbuceando.


Todo el magma que pulsa en nuestras honduras toma el mando, el corazón se vuelve el capitán indiscutido de la ínfima barquita en la que navegamos por los insondables mares del nagual.


Ir, seguir la línea del curso natural de las cosas y de la esencia del sentir. Siempre.


Cada salto de conciencia implica una ofrenda de algo muy preciado. Y a fin de cuentas, la Conciencia lo exigirá todo. Toda tu verdad, sin regateos.


El trueno marca un Camino por nuevos rumbos. No se puede seguir igual. Rectificar la vida y explorarse a uno mismo.


Las estructuras ceden, la lluvia benéfica se anuncia a mil millas.

Llueve. Copiosamente.

La tierra reseca vuelve a respirar.

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Susurros del I Ching, hex. 51, Chen: Trueno, Lo suscitativo, la Conmoción, Estremecimiento, Violenta caída del trueno.

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Que te encuentren en el camino

 


En las distancias de tanto camino aprendí a dejar de buscar y a ser encontrado.


A dejar de accionar y a sorprenderme por el hacer silencioso del Gran Misterio.


A abandonar la palabra que carga ruido adentro y a permitir que la gente me cuente sus historias y que la vida me relate sus maravillosos cuentos.

Refugiarme en el noble Silencio me otorga esos invaluables regalos.


Ya enseñó el máster de Pergamino:

“Consejos tienen las sendas,

Verdades los callejones,

Cuánto más largo el camino

Más hondas son sus lecciones.”


¡Qué vulgaridad la de tener que estar permanentemente opinando de todo!

¡Qué lamentable espectáculo la agitación y la imposibilidad de quietud del que no puede parar un segundo a contemplar lo que está!


Por rutas y senderos voy como en una ausente presencia observante, siendo un poco etéreo, pasando todo lo inadvertido que pueda.


Perder la forma,

Ganar en desconcierto,

Transitar el mundo tocándolo lo menos posible viajando al anonimato, y así ser la gota que un día entregará gustoso su individualidad regresando al océano, silbando bajito, tras la lluvia.

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Lo débil como poder

 


Es desconcertante experimentar que aquellos aspectos de nuestra personalidad que siempre buscamos ocultar, sean en verdad nuestra mayor virtud y nuestra fortaleza.


Desarmar al personaje es el gran salto al vacío.

Si se hace de todo: cursos, terapias, retiros, pero no se da ese salto, nada importante cambia.


La práctica de la radical autenticidad implica renuncias que son ganancias,

Humillaciones que son glorias,

Aceptar afrentas que son elogios,

Miedos que se hacen compadradas.


Morir a la Persona. Nadie alcanza la verdad con ese lastre a cuestas.


Si yo poseyera un poco de sabiduría del tamaño de un grano de arroz, renunciaría a defender al personaje y me volvería radicalmente desconcertante, impredecible, espontáneo, imposible de encasillar.


Respondería a lo que llega de manera líquida, dejaría ir lo que se va como el árbol que no retiene a sus hojas.


La mente defiende al Ego, al personajito.

El corazón libera al Yo Superior.


Y aparecería entonces la mejor versión de mí mismo.

Así fueron todos los grandes hombres de la antigüedad.

Ninguno siguió un manual ni lista de debes y no debes. Lo único en común que tuvieron entre sí fue que mantuvieron limpio su vínculo con el Gran Misterio, su radical autenticidad y su carácter poderosamente centrado en seguir su propio sentir.


Ese fue su poder, su magia, su santidad. Y su cruz. 

No sigas las huellas de los antiguos, sino lo que ellos buscaban.

“Quien quiera seguir mis pasos, que cargue SU cruz (no la mía) y me siga…”


Hoy, en algún momento del día, estarás frente a esta disyuntiva: alimentar y proteger al personaje o dejarlo caer, y abrazar la autenticidad.

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El silencio como ideología

 


En el silencio abismal encuentro la razón última de las cosas.

 Puede ser el silencio de una pequeña capillita perdida en algún caserío del norte argentino, en medio de la inmensidad bajo el cielo cordobés o en la sequedad de los desiertos de Murcia.


Me refugio ahí del ensordecedor bullerío de opiniones, de quienes sostienen esto o aquello.

Lo oigo desde mi particular costadito del mundo.


Mis oídos repudian ya toda esa máscara verbal que solo busca ocultar al desesperado hombrecito que es incapaz de hablar de su profundo sentir. Es por eso que prefiere discurrir enérgicamente sobre los grandes temas de la humanidad con un gesto muy serio.


Por un instante mágico, un día perdido ya en la línea del tiempo, algo me tocó con su pluma inundándome del Santo Silencio.


Eso bastó para siempre.


Y el lenguaje que comprendí esa tarde estaba impreso en las rocas en una extraña y antiquísima escritura.


El silencio, ese del que hablo, es mi opinión más contundente,

Mi verdad irrefutable,

Mi ideología,

Mi convicción,

El ismo por el cual mato y muero.


Es Ese Silencio.


Que no es callarse, sino que es…

No puedo ni siquiera pronunciarlo.

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El eco perdido


 Cuando nuestros símbolos rectores pierden su fuerza y su numinosidad, el espíritu queda como perdido en un desierto de aridez.


Iniciamos el deslumbrante viaje a Oriente o tierra adentro hacia el corazón del indio.


Allí las cosas más valiosas para nosotros son nombradas de la manera más bella, y todo eso que nuestra alma anhela vuelve a recibir una oleada de agua vital.


Imágenes nuevas cargadas de Mána dicen lo que las nuestras ya no pueden decir.


Pero el peligro acecha siempre. A veces seguimos a nuestra sombra, a veces viene detrás.

Si no captamos el meollo del asunto corremos el riesgo de representar la comedia del mendigo disfrazado, que queriendo ser príncipe cree que basta vestirse como tal.


El dedo y la luna,

Las huellas de los antiguos o aquello que buscaban,

Quedarse en el nombre de La Fuerza, el Mána, el Newen, el Chi, el espíritu Santo, o aceptar en silencio la Verdad última del universo.


El Amor mis amigos, es la mediodía secreta que sostiene todo lo existente. 


Dios tiene la cara del otro, y todos los textos y símbolos de los antiguos del mundo hablan cuando yo los leo de sentarse a beber el vino de la unidad que nos despacha el Gran Tabernero, de nadar sin resistirse a la corriente, de capturar el pez y olvidarse de la red.


Irse siguiendo ese eco perdido que busca lo más alto es necesario. Volver siendo uno mismo lo es más aún.

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Las fuerzas

 En nuestra alma laten ya impresos todos los caminos y procesos del universo.

Cobran significado allá afuera, 

Más su semilla está germinada en el interior.


Todo amanecer y atardecer ocurren en mi alma.

Todo otoño, toda primavera,

Todo eclipse, cada lunación.


Todo mito explica mi proceso de conciencia,

Cada oráculo habla de lo que ocurre en mi psique.


La trampa sagrada del brujo es hacer creer que habla de otra cosa, para que te comprendas a vos.


Nos gobiernan fuerzas innombrables de las que somos profundamente ignorantes.

El mito del libre albedrío, es tan solo uno más.


Bajo el inmenso río marrón se agitan esas corrientes que todo ordenan y que desconocemos,

Hasta que una flor que ayer no estaba sí está hoy,

O hasta que un anciano sabio, alrededor de un fogón,

Cuenta un cuento.

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viernes, 6 de enero de 2023

Muertes

 



Chuang Tzu, pescando sin anzuelo, por pescar nomás, rechazó las mieles y honores del Emperador.


Lao Tse muy a su pesar recibió al envarado Confucio. Lo desconcertó tanto al gran erudito que este lo confundió con un dragón y por varios días fue incapaz de hablar.


Don Miguel Lencina, criollazo de el Siambón, conoce más del coraje y del espíritu humano inmerso en el entorno natural que el gran sabio y maestro espiritual que recorrió todos los caminos pero en su interior está lleno de miedo a la muerte.


Li Po murió ebrio, enamorado de la Luna al lanzarse al río para besar en el agua su reflejo.


Todos los grandes iluminados de la historia no son nada frente al loquillo futbolista y titiritero que esquiva las multitudes y el séquito para enseñar la vida cotidiana como tesoro.


Morir de seriedad y solemnidad es un horror.

Espichar de proactividad, con camisa celeste, pantalón mostaza y zapatitos de punta para ser el más útil de todos es lamentable,

Irse al silencio quemado por la pasión del camino… quién sabe…


Tristan Ludlow murió luchando con un Oso para recuperar su alma al norte de Montana. ¡Cómo me gustaría un mito similar el que mis hijos le cuenten a mis nietos! El loco abuelo que terminó su viaje frente a un puma, en algún cerro perdido de la áspera Catamarca, tras los pasos del brujo santo que pincha el corazón.


Jung, en su lecho de enfermo, de pronto abrió los ojos, y mirando algo que nadie más veía exclamó tres veces: ¡Qué maravilla!, ¡Qué maravilla!, ¡Qué maravilla!


Otros morirán una triste tarde temerosa y resignada, opinando esto y aquello, frente a algún programa de televisión.

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jueves, 5 de enero de 2023

Susurros del I Ching, hex. 14, La Posesión de lo Grande, dar a luz a lo mayor, mutando al hex. 21, La mordedura Tajante

 Es una suspensión radical de la incredulidad. 

Cuando se está en posesión de lo Grande la desconfianza puede inmiscuirse por alguna grieta.


Pero es momento de entrega sin titubeos a la Voluntad del Cielo.


Dejar atrás las sombras y fomentar la luz y el bien.

Dar a luz a la grandeza y a la prosperidad cuando llega.


Dando lugar a la acción de Lo Creativo en nosotros, manteniéndonos adheridos a su Poder, manifiesta así nuestra vida la llama, la claridad de un fuego vivo que ilumina toda la existencia y la de quien se acerque lo suficiente.


Cuando tomas Conciencia cabal de que estás en posesión de algo grande, de que estás dando a luz algo monumental, ¡No vaciles! 


La Vía del Cielo es la norma a seguir por el portador de este anillo.


Eliminar todo obstáculo, romper cualquier barrera,

Avanzar resueltamente hasta dar cumplimiento al destino que se te ha asignado.


¡Torpe! ¡No te interpongas con tu cabecita llena de miedo entre la Fuerza y la Consumación!


La Posesión de lo Grande. Elevado logro.


Es tiempo de nacer a la enormidad con la inocencia y la sorpresa de un niño,

De engendrar la abundancia

De quitar todo del medio y tomar al fin por asalto lo que siempre fue tuyo.

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Susurros del I Ching, hex. 14, La Posesión de lo Grande, dar a luz a lo mayor, mutando al hex. 21, La mordedura Tajante.

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